Llamada popularmente como la Madre Teresa de Centroamérica, Sor María es un símbolo nacional e internacional gracias a su labor en pro de la niñez por más de 70 años.
Su amor comenzó a dar frutos en 1966 cuando fundó la Sociedad Amigos de los Niños (SAN), institución sin fines de lucro que por más de cinco décadas ha albergado a miles de niños en circunstancias difíciles: abandono, orfandad, abuso y vulnerabilidad.
Impulsó varios proyectos asistenciales que hoy en día continúan sirviendo a la niñez, la juventud, la familia y a las comunidades, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los involucrados.
Como resultado de su trayectoria humanitaria, fue acreedora de varios galardones: premio a la Buena Samaritana, reconocimiento honorífico de la Universidad de Saint Francis Xavier de Antigonish Canadá y el gobierno hondureño le emitió una estampilla postal.
Su don dadivoso le permitió a Sor María ser la principal mujer en Honduras en desarrollar modelos de protección integral de la niñez y adolescencia, reinserción familiar y comunitaria.
'Yo llegué cuando tenía dos años, aquí encontré el hogar que se me había negado. No recuerdo mucho de mi infancia, esto lo sé porque es lo que me han podido contar sobre mí', reconoció a un medio local Josué Jonathan Gómez, un joven formado en la Sociedad Amigos de los Niños.
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Primeros pasos
Ante el fallecimiento de su padre canadiense y madre hondureña, Sor María, de 93 años, creció con sus padrinos en Puerto Cortés, en la zona norte del país.'La madre', como muchos también le llamaban, nació el domingo 21 de noviembre, una fecha que marcó un antes y un después para Honduras.
Cuando tenía 22 años -13 de junio de 1949- recibió sus votos religiosos en la Congregación de las Hermanas Escolares Franciscanas de la Provincia Latinoamericana en Milwaukee, Wisconsin, Estados Unidos.
'A sus 93 años no ha bajado la guardia en sus proyectos, sigue al tanto de todo lo que pasa en la SAN', dijo a un medio local Carolina Agurcia, una señora ligada a las acciones de Sor María Rosa desde 1981 y quien fue su asistente personal por muchos años.
Esas declaraciones surgieron mientras Sor María tenía covid y estaba hospitalizada.
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Sobreviviente del covid
El 9 de julio anterior, Sor María fue aislada en una sala hospitalaria porque el coronavirus había invadido su organismo.'Estoy segura de que nuestro Señor está acá́ a mi lado, sentadito dentro de mi corazón', expresó cuando se enteró que figuraba en la lista de los enfermos por el covid.
'Estoy segura de que él -Dios-, también está al lado de todos y en cada uno de ustedes. No perdamos nunca nuestra fe, jamás está demás una oración hecha con amor y con esperanza', comentó en su corta declaración al ser hospitalizada.
Casi un mes después -18 de agosto-, Sor María fue dada de alta luego de vencer al coronavirus y también otros problemas renales que padeció.
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Fue indetenible
Pese a que tenía 93 años, más haber vencido al covid y otros problemas de salud, Sor María siguió al tanto de todo lo que pasaba en la organización, sus programas sanitarios, educativos y otras funciones en pro de los niños.Pero, poco a poco, su salud fue empeorando a tal punto que la mañana de este viernes, Sor María falleció en Tegucigalpa, capital hondureña, tras varios días de batalla.
El cardenal Óscar Andrés Rodríguez la visitó el martes pasado para brindarle los santos óleos y pedir por su recuperación, pero pereció, a pesar también de las centenares de oraciones.
'Yo solo la tengo en la mente y mi corazón. Yo la considero el rostro de la solidaridad y la caridad en Honduras. Su amor por este país no tiene límites', manifestó su colaboradora Carolina Agurcia, días atrás, antes del fallecimiento de Sor María.
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