Proceso de JOH, más rápido que el caso de “El Chapo”, más tardío que el de Yani
El caso de Juan Orlando Hernández se resolvió en 861 días, desde su capturas en Honduras hasta su sentencia en Estados Unidos, lo que está dentro de los plazos normales, según un análisis de EL HERALDO Plus
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HONDURAS, TEGUCIGALPA.- Un total de 861 días han pasado desde aquel 15 febrero de 2022 cuando se realizó uno de los arrestos más escandalosos de Honduras y América Latina: la captura del expresidente Juan Orlando Hernández por vínculos con el narcotráfico.
Tras casi dos años y medio de espera, este 26 de junio de 2024 Hernández al fin conoció su sentencia: 45 años.
La Unidad de Datos de EL HERALDO Plus analizó cuán rápida se desarrolló la causa contra el expresidente Hernández y concluyó que, tras haberse celebrado este 26 de junio de 2024 la audiencia de su sentencia, fue un proceso que avanzó en los tiempos normales.
Lo anterior si se compara con el promedio que suele durar un proceso penal en Estados Unidos contra extranjeros extraditados por cargos relacionados a la narcoactividad, que generalmente se ejecuta entre dos y tres años, según analistas.
Ahora bien, si se equipara el caso de Hernández frente a grandes capos de la droga o altos perfiles políticos llevados ante la justicia estadounidense, el proceso del exmandatario se coloca entre los que han tenido una resolución en un plazo menor.
Inicialmente, el exmandatario esperó por dos años para ser sometido a un juicio que se extendió durante 17 días y que desembocó en un veredicto de culpabilidad de todos los cargos cargos, pero no todo acabó ahí. Hernández esperó por tres meses para conocer de cuánto tiempo era su condena en prisión.
Esta espera terminó este 26 de junio, cuando el juez Kevin Castel dictó 45 años de prisión (con cinco de libertad condicional) contra Hernández por tres cargos relacionados al tráfico de drogas.
Previamente, la Fiscalía y la defensa ya habían dejado claras sus peticiones a la Corte Federal de Nueva York sobre la condena para el acusado.
La defensa de Hernández solicitó la pena mínima de 40 años para su defendido, bajo el argumento que ese tiempo equivaldría a una cadena perpetua, pues el expresidente tiene 55 años y saldría a los 95 años.
Mientras que la noche del lunes, la Fiscalía estadounidense solicitó cadena perpetua para el exmandatario, además del decomiso de más de 15 millones dólares y ordenarle que pague una multa máxima de 10 millones de dólares.
JOH frente a otros hondureños
Los 861 días de Hernández privado de su libertad son equivalentes a 27 meses o 123 semanas.
Sin embargo, Hernández no ha sido el único procesado en Estados Unidos por delitos de narcotráfico. De hecho, a su caso le acompañan personajes como el de su hermano Juan Antonio “Tony” Hernández; el capo mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán; el político y empresario hondureño Yani Rosenthal, el narco hondureño Geovanny Fuentes; el exsecretario de Seguridad de México, Genaro García Luna; y Fabio Lobo, hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa.
Una revisión rápida de estos procesos refleja que un juicio por los delitos de narcotráfico en Estados Unidos no se resuelve en menos de dos años si el acusado se declara inocente y decide someterse a juicio.
“Tony” Hernández fue arrestado un 23 de noviembre de 2018, pero fue declarado culpable hasta en octubre de 2019, es decir, Hernández llegó a esta etapa procesal más rápido que su hermano Juan Orlando, pues se llevó a cabo en menos de un año.
Sin embargo, la audiencia para declarar su sentencia fue más larga, ya que se realizó hasta el 30 de marzo de 2021, es decir, dos años y tres meses después de que fue arrestado.
Al comparar su caso con el de Juan Orlando, se refleja que ambos procesos tuvieron casi la misma duración, puesto que el proceso de “Tony” duró 857 días y el de JOH 861, apenas cuatro días de diferencia.
Otro caso que tuvo una duración similar a la de los hermanos Hernández fue el de Fabio Lobo, hijo del expresidente hondureño Porfirio Lobo Sosa (2010-2024).
Lobo fue capturado el 5 de mayo de 2015, pero a diferencia de los otros acusados esté se declaró culpable, por lo que en lugar de asistir a un juicio fue directamente a una audiencia de sentencia, que se realizó el 5 de septiembre de 2017.
El proceso legal de Fabio Lobo se extendió a lo largo de dos años y cuatro meses, exactamente 839 días, es decir, 22 menos que en el caso de Juan Orlando Hernández.
Yani Rosenthal enfrentó un proceso más corto, a la vez que particular. El político y empresario no fue capturado ni extraditado, pues se entregó directamente a las autoridades de Estados Unidos el 28 de octubre de 2015, semanas después de haber sido acusado por el gobierno estadounidense por delitos relacionados al tráfico de drogas.
Rosenthal en un principio se presentó ante las autoridades de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, pero posteriormente se declaró culpable de uno de los delitos imputados. El 15 de diciembre de 2017, el actual presidente del Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal (CCEPL) conoció su sentencia de 36 meses.
En total, el proceso contra Rosenthal, desde su entrega hasta el día de su sentencia, se extendió durante 779 días, es decir, dos años y un mes aproximadamente (una diferencia de 82 días).
Geovanny Fuentes es otro narcotraficante procesado por Estados Unidos. Este ciudadano hondureño fue detenido por la Agencia de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) el 1 de marzo de 2020 y declarado culpable por narcotráfico el 22 de marzo de 2021, un año y 22 días después de su arresto.
Fuentes conoció su sentencia el 8 de febrero de 2022, lo que califica su proceso como uno de los más cortos de todos los ejemplificados en este análisis, pues tuvo una duración de un año y 11 meses, que equivalen a 709 días, 152 menos que en el caso de Hernández.
”El Chapo” Guzmán
En el caso de Joaquín Guzmán Loera o “El Chapo”, su proceso ha sido uno de los más largos, ya que él fue arrestado un 8 de enero de 2016 en México, extraditado el 19 de enero de 2017 y declarado culpable el 12 de febrero de 2019, es decir, tres años y un mes después de su arresto.
El capo mexicano conoció su sentencia el 17 de julio de 2019 (cadena perpetua más 30 años), esto significa, que desde su arresto hasta el día de su sentencia pasaron 1,285 días, 424 días más que en el caso del exmandatario hondureño.
Otro enjuiciado en Estados Unidos por vínculos con el narcotráfico fue el exsecretario de seguridad de México, Genaro García Luna, quien fue detenido por agentes de la DEA un 9 de diciembre de 2019 y se mantuvo a la espera de su juicio por tres años y dos meses, para que finalmente el 21 de febrero de 2023 se le declarara como culpable.
García Luna hasta el momento sigue en espera de su audiencia de sentencia, ya que está programada para el 9 de octubre de 2024.
Esto posiciona al proceso legal de García Luna como el más tardado de todos los juicios descritos antes, puesto que si su sentencia no se pospone, habrá durado 1,765 días, o sea, 480 días más que el del Chapo Guzmán y 904 más que el proceso de Juan Orlando Hernández.
El caso de Juan Orlando Hernández se ha mantenido en la duración promedio de la mayoría de enjuiciados por narcotráfico en Estados Unidos, pues así como los procesos contra “Tony” Hernández y Fabio Lobo, no superó la barrera de los dos años y medio.
Las únicas excepciones han sido Genaro García Luna y Joaquín “El Chapo” Guzmán, pues sus casos han sobrepasado los tres años de duración.