La manera sobre cómo se maneja el subsidio que el gobierno otorga al rubro del transporte, se ha convertido en los últimos días en un tema de interés público. Ante los cuestionamientos, el titular de la Dirección General de Transporte (DGT), Blas Ramos, está llamado a comparecer, ante los órganos del Estado, de lo contrario, podría ser separado de sus funciones.
Mientras el Tribunal Superior de Cuentas (TSC) informó que las auditorías al funcionario están en proceso, autoridades del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), señalan que no han tenido respuestas a los requerimientos presentados.
Dulce María Zavala, titular del CNA explicó que desde el momento en que se conoció la denuncia por parte de la ciudadanía del manejo de los subsidios, lograron comprobar que existen enormes dudas e irregularidades.
Reuniones
La funcionaria declaró que el lunes pasado tuvieron una reunión con los comisionados del Instituto de Acceso a la Información Pública, porque se tuvo conocimiento que el director de la DNT hizo una petición de reserva de la información, pero que aún no le habían contestado.
“Creo que la reserva era porque se podría poner en riesgo a los transportistas al cobro del impuesto de guerra, pero nuestra posición como CNA es que Ramos tampoco puede arriesgar las arcas del Estado, si no dice a quién se le da el subsidio”, dijo Zavala.
Además, refirió que están a la espera de la respuesta que le dé el instituto al señor Ramos para nosotros a requerirlo y solicitar los listados del subsidio de 292 millones de lempiras.
“El abogado Arturo Echenique dijo que están revisando la solicitud para dar una respuesta. Independientemente del riesgo de los transportistas, un supuesto no es justificación a no cumplir la ley”, apuntó.
Ayer, decenas de usuarios se sumaron al clamor popular de destitución de Ramos.
“Obviamente, los buses amarillos eran unos ataúdes rodantes, pero este bárbaro (Blas Ramos) es un prepotente que le molesta que le cuestionen o le hagan preguntas sobre los rapiditos, porque él es juez y parte en este problema”, indicó Mario Velázques, usuario de la colonia Arturo Quezada.
Y es que, según los residentes, en esta comunidad todavía en 2010 habían 52 buses grandes y ahora solo trabajan seis, el resto son busitos que cobran 11 lempiras el pasaje.