A dos meses de la llegada de la Navidad, la batalla por alcanzar al menos una de las plazas de trabajo temporal que genera el comercio ya inició en la capital de Honduras.
Miles de jóvenes se congregan en las tiendas que ofrecen oportunidades laborales durante los meses de noviembre y diciembre.
El centro de la ciudad fue el principal referente de esta realidad, una multitud de muchachos entre los 18 y 30 años se volcó a una reconocida tienda que anunció el inicio de sus contrataciones de temporada.
La enorme fila traspasaba la avenida Jerez hasta la plaza Los Dolores y pese a que solo habían 100 puestos de trabajo más de 2,500 personas se congregaron en los alrededores.
Y la explicación del mar de gente para optar a una plaza de dependiente de tienda descansa en el elevado déficit de empleo, que en la capital asfixia al 9.4 por ciento de la población.
El segmento más golpeado por la falta de una fuente de ingresos son los jóvenes, pues unos 200 mil muchachos engrosan las listas del subempleo.
Carlos Madero, subdirector de empleo de la Secretaría del Trabajo, asegura que los jóvenes tienen graves problemas para encontrar un puesto permanente.
Según un estudio de la Secretaría del Trabajo, un recién graduado universitario tarda 10.3 meses en insertarse en el mercado laboral, un graduado de educación media 5.3 meses. Tiempo que en cifras pasa desapercibido, pero para quienes transitan por el viacrucis del desempleo es un tortuoso camino.
Maryori González, una joven de 20 años, perito mercantil y estudiante de contaduría, vive en carne propia el flagelo del desempleo desde hace un año.
“En diciembre del año pasado perdí mi puesto como vendedora de tarjetas de crédito, porque no alcancé las metas en los últimos tres meses que laboré”, relata.
Para ella, alcanzar una plaza durante la temporada navideña es la única tabla de salvación para continuar sus estudios, porque asegura que ya gastó todos sus ahorros.
“Me siento decepcionada porque quiero superarme, pero sin trabajo dudo mucho que pueda continuar mis estudios”, aseguró.
Oportunidades
El comercio es el rubro que abre un abanico de oportunidades para los jóvenes desempleados durante esta temporada.
Puestos para dependientas, cajeras, aseadoras, atención al cliente y empacado de regalos son los que más se ofrecen.
Según Madero, en esta época se generan anualmente un promedio de 8,000 puestos de trabajo en la capital y 12,000 a nivel nacional.
Y con la apertura de nuevos centros comerciales se espera que esta cifra ascienda en un 40 por ciento.
Lo que significa que los capitalinos tendrán acceso a un buró de 11,200 plazas, solo el City Mall -el más reciente complejo comercial de la capital- podría aglutinar unos 3,000 puestos.
El 90 por ciento de estas opciones es absorbida por jóvenes entre los 18 a 30 años.
Y con la Ley del Empleo por Hora ahora tienen más beneficios durante su corto periodo de contratación.
Madero explicó que todos los empleos de la temporada navideña entran en este régimen y por ello las empresas están obligadas a pagar a los jóvenes al final de su contrato laboral un 20 por ciento más de salario.
Este porcentaje corresponde a un pago proporcional de derechos laborales como el aguinaldo, vacaciones y catorceavo mes.
“Antes las personas que cubrían este tipo de plazas no tenían acceso a beneficios laborales, pero ahora pueden mejorar sus ingresos gracias a la ley”, aseguró Madero.
La multitud que invadió el centro de la ciudad marca solo el inicio de la lucha por una plaza, pues desde los primeros días de noviembre las oficinas del Servicio Nacional de Empleo (Senaeh, ubicadas en el edificio de la Secretaría del Trabajo) permanecen repletas.
Unas 300 personas visitan habitualmente el centro, pero en esta época la cifra se eleva a 450, pues los ciudadanos buscan en los empleos temporales una ventana hacia una plaza permanente.