El hondureño había sido detenido poco antes tras impactar su coche contra un poste, sin imaginar que al estar en detención sería donde perdería la vida.
El accidente ocurrió el domingo 21 de julio, noche en que Rivas llamó a su esposa María Esther de León para decirle que había tenido un accidente y le pedía que fuera a buscarlo.
“Me pidió que acudiera a verlo porque el coche se le había averiado y que se estrelló contra un poste”, contó de León a Univisión.
Rivas había sido detenido bajo la sospecha de conducir bajo los efectos del alcohol, por lo que su esposa tenía que pagar la fianza para que lo dejaran en libertad.
De León recuerda que los oficiales a cargo no le permitieron hablar con él. Uno de los oficiales le recomendó que acudiera a la comisaría, pero antes le dijo que su esposo le mandaba este mensaje: “No te olvides que te quiero mucho y que eres el amor de mi vida”.
Para cuando llegó a la cárcel del condado Harris para preguntar por su esposo, la mujer -con la que compartió 11 años de matrimonio- jamás imaginó la respuesta que le darían.
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No lo volvió a ver con vida
Fue hasta el día siguiente que descubrió que el hondureño había muerto camino a la comisaría cuando la patrulla en la que trasladaban a René Andrés había sufrido un grave accidente. Un conductor ebrio que iba en sentido contrario impactó contra el vehículo en el cual viajaban también dos oficiales del condado.La patrulla quedó con todo el frente destrozado y lo golpes provocaron la muerte del compatriota.
“Tantas cosas vienen a mi mente y cualquiera podría decir que se despidió diciéndome que me amaba”, se lamentó María Esther mientras realizaba los preparativos para el último adiós de su marido.
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