Ella está confinada en un edificio universitario en la ciudad de Yichang, Hubei, en China, a tan solo horas de distancia de donde surgió el coronavirus, la ciudad de Wuhan.
La joven contó a EL HERALDO que salió de su habitación para recibir las entregas del supermercado, alimentos, productos de limpieza y otros insumos que requiere.
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Junto con algunos maestros y otros dos alumnos lograron llegar hasta el lobby del edificio. “Me sentí bien, algo diferente de lo normal. Creo que me permitieron salir a mí y otros compañeros porque desde hace una semana no hay casos en mi ciudad”, contó.
Pese al clamor de Samantha para que le ayuden a salir de China y retornar a su país, las autoridades de la Secretaría de Relaciones Exteriores de Honduras se han llamado al silencio sobre su caso.
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