Los presos en el pabellón psiquiátrico de una cárcel en el norte de México se amotinaron, entraron en la farmacia y se llevaron las drogas, las que causaron la muerte de dos de ellos, informaron las autoridades el miércoles.
La sucesión de acontecimientos en la prisión de Cadereyta, estado de Nuevo León, comenzó a principios de la semana cuando los presos protestaron contra un programa nuevo para inspeccionar a los visitantes con una especie de máquina radiográfica con el fin de impedir la introducción de objetos prohibidos a la prisión.
El lunes se produjo un pequeño disturbio.
Pero el martes, según el vocero de seguridad estatal, unos 56 presos en el pabellón psiquiátrico quemaron unas 200 celdas y muebles. Algunos penetraron en la farmacia, donde dos de ellos ingirieron sobredosis de medicamentos.