Su despido fue ordenado por el gobernador Aristóteles Sandoval.
El ahora ex director del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses le dijo a la prensa local que dos camiones fueron rentados para almacenar los cuerpos debido a la saturación de la morgue.
Luis Octavio Cotero dijo que desde hace dos años advirtió que la morgue estaba rebasada con el número de cadáveres que llegaban debido a la creciente oleada de homicidios en México.
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Cotero negó haber tomado la decisión de sacar uno de los camiones a un estacionamiento del forense.
El camión quedó movilizado entre los estacionamientos y finalmente fue llevado a un predio abandonado en el área conurbada de Guadalajara.
En todos los casos, el camión era cambiado de lugar debido a que se quejaban los vecinos.
