ROMA, ITALIA.- Las fuerzas de seguridad de Roma comenzaron este miércoles la demolición de ocho mansiones ilegales de la
familia mafiosa Casamonica, conocida por su violencia y mal gusto.
'Hoy comenzamos la demolición de las dos primeras mansiones', anunció la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, mientras la policía municipal completaba el desalojo de los muebles, entre ellos estatuas de caballos, tigres y leopardos enchapados en oro, cunas de estilo imperial, bustos de mármol y columnas dóricas.
'Estas operaciones no se van a detener, serán derribadas las ocho mansiones. Este territorio será devuelto a los ciudadanos de Roma', añadió la alcaldesa.
Las mansiones ilegales fueron construidas en la década de los 90 en el barrio del Quadraro, al este de la capital, cerca al histórico acueducto romano de Acqua Felice, un territorio con restos arqueológicos y parques naturales en el que está prohibido edificar.
Más de 600 policías fueron desplegados para esa operación, que fue precedida por el desalojo de una treintena de ocupantes.
'Hoy es un día hermoso para los romanos, estamos imponiendo de nuevo la legalidad, el cumplimiento de las reglas, la disciplina y la seguridad', comentó por su parte Matteo Salvini, ministro del Interior y líder de la ultraderechista Liga.
El clan Casamonica, de origen gitano, es uno de los más poderosos y violentos de la capital, lidera la periferia sur y sureste de Roma y se ha expandido gracias a la usura, la extorsión y el narcotráfico.
La fiscalía antimafia estima que su patrimonio gira en torno a los 100 millones de euros.
Sus miembros son considerados entre los más violentos y lideran el territorio gracias a las amenazas y las intimidaciones.
Conocidos por su estilo prepotente y la exhibición de lujos y automóviles deportivos, la familia Casamonica formaba parte de la red que infiltró el ayuntamiento de Roma y que la justicia desmontó en 2014 logrando procesar a 46 personas.
La familia se hizo famosa en 2015 después del ostentoso funeral del patriarca Vittorio Casamonica, cuyo ataúd fue cargado en una carroza engalanada tirada por caballos blancos mientras un helicóptero arrojaba pétalos de rosas y una orquesta tocaba la música de la película 'El Padrino'.
Ese funeral grandioso causó la ira de las autoridades e indignación en la opinión pública.
'Hoy comenzamos la demolición de las dos primeras mansiones', anunció la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, mientras la policía municipal completaba el desalojo de los muebles, entre ellos estatuas de caballos, tigres y leopardos enchapados en oro, cunas de estilo imperial, bustos de mármol y columnas dóricas.
'Estas operaciones no se van a detener, serán derribadas las ocho mansiones. Este territorio será devuelto a los ciudadanos de Roma', añadió la alcaldesa.
Las mansiones ilegales fueron construidas en la década de los 90 en el barrio del Quadraro, al este de la capital, cerca al histórico acueducto romano de Acqua Felice, un territorio con restos arqueológicos y parques naturales en el que está prohibido edificar.
Más de 600 policías fueron desplegados para esa operación, que fue precedida por el desalojo de una treintena de ocupantes.
'Hoy es un día hermoso para los romanos, estamos imponiendo de nuevo la legalidad, el cumplimiento de las reglas, la disciplina y la seguridad', comentó por su parte Matteo Salvini, ministro del Interior y líder de la ultraderechista Liga.
El clan Casamonica, de origen gitano, es uno de los más poderosos y violentos de la capital, lidera la periferia sur y sureste de Roma y se ha expandido gracias a la usura, la extorsión y el narcotráfico.
La fiscalía antimafia estima que su patrimonio gira en torno a los 100 millones de euros.
Sus miembros son considerados entre los más violentos y lideran el territorio gracias a las amenazas y las intimidaciones.
Conocidos por su estilo prepotente y la exhibición de lujos y automóviles deportivos, la familia Casamonica formaba parte de la red que infiltró el ayuntamiento de Roma y que la justicia desmontó en 2014 logrando procesar a 46 personas.
La familia se hizo famosa en 2015 después del ostentoso funeral del patriarca Vittorio Casamonica, cuyo ataúd fue cargado en una carroza engalanada tirada por caballos blancos mientras un helicóptero arrojaba pétalos de rosas y una orquesta tocaba la música de la película 'El Padrino'.
Ese funeral grandioso causó la ira de las autoridades e indignación en la opinión pública.