Una vez que ingresó hasta el estrado principal, el magnate vio al vicepresidente Mike Pence y a la líder demócrata de la cámara de Representantes, quien le tendió la mano, pero obvió con cinismo. En lugar de corresponder el saludo, volteó rápidamente y le dio la espalda.
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Pelosi no ocultó su sorpresa y fue evidente su gesto, aunque el presidente de Estados Unidos tampoco le dio la mano a Pence.
El tercer discurso del Estado de la Unión ocurrió un día antes de que se vote en el Senado el juicio político; se espera que sea absuelto.