El evento se llevará a cabo por la tarde en la North Central University, donde estaba previsto que el líder de derechos civiles, el reverendo Al Sharpton, encabezará el memorial de Floyd, de 46 años.
“Era un ser humano. Tenía una familia, tenía sueños, tenía esperanzas. El verdadero deber de una persona con este tipo de asignación es destacar el valor de la vida humana que fue tomada, lo que explica el motivo por el que ocurría el movimiento”, dijo Sharpton antes del evento.
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Adentro del templo, un ataúd dorado estaba flanqueado por flores blancas y púrpuras y se proyectaba una imagen sobre el púlpito de un mural pintado en la esquina de la calle donde la policía inmovilizó a Floyd. El templo generalmente alberga a 1,000 personas, pero a causa del brote del nuevo coronavirus esa capacidad se redujo a unas 500.
Hay funerales programados en tres ciudades durante seis días: luego del evento en Minneapolis, el cuerpo de Floyd será trasladado a Raeford, Carolina del Norte, donde él nació, para una visita pública y un servicio funerario privado el sábado.
Luego, se realizará una exhibición pública el lunes en Houston, donde creció y vivió gran parte de su vida. Posteriormente, se llevará a cabo un servicio con 500 personas el martes en la iglesia Fuente de Alabanza.
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Las despedidas para Floyd, un portero desempleado que fue detenido bajo sospecha de pagar con un billete falso de 20 dólares en una tienda de conveniencia y falleció luego de que un agente de la policía oprimió su cuello con la rodilla durante varios minutos, se producen al tiempo que continúan las protestas a lo largo y ancho de Estados Unidos y en el mundo.
En Estados Unidos, donde las protestas habían estado marcadas por episodios de anarquía hace unos días, unas manifestaciones más pacíficas continuaron por segunda noche consecutiva el miércoles luego de la decisión de unos fiscales para presentar cargos a otros tres agentes de la policía de Minneapolis que estuvieron en la escena de la muerte de Floyd de asistir e instigar un homicidio.