El centro de salud no mencionó ninguna causa de muerte el viernes por la noche en un mensaje de su cuenta en la red Twitter, citando a uno de sus médicos, Frank Papay, quien la mencionó como una 'gran pionera'.
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'Su decisión de someterse a un procedimiento a veces desalentador es un regalo perdurable para toda la humanidad', agregó Papay, director del Instituto de Dermatología y Cirugía plástica de la clínica.
Connie Culp fue gravemente herida en 2004 cuando su esposo le disparó para luego dispararse a sí mismo.
El impacto de bala le destrozó la nariz, las mejillas, el paladar y el ojo derecho. Las heridas de su pareja fueron mucho menores, y acabó siendo encarcelado por siete años por el ataque.
Culp tuvo 30 cirugías antes de someterse a una cirugía de trasplante en 2008 en la Cleveland Clinic, un procedimiento intensamente complejo que tomó 22 horas durante dos días.
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Pero la operación, realizada en el mundo apenas unas pocas docenas de veces, puede significar una lucha de por vida para evitar que el cuerpo rechace el tejido implantado. Y los medicamentos destinados a evitar ese rechazo pueden propiciar una serie de infecciones e incluso cáncer.
Esta mujer, madre de dos hijos, se dedicó tras la operación a dar charlas sobre la violencia doméstica y a alentar a otras personas que se sometieron a trasplantes de cara, incluida Charla Nash, una ciudadana de Connecticut que fue mutilada por un chimpancé mascota.