La compañía ya había recibido a finales de marzo 456 millones de dólares, a través de su filial Janssen. La nueva aportación financiará un proyecto demostrativo de fabricación a gran escala de su vacuna experimental.
La administración del republicano Donald Trump y la farmacéutica prevén la posibilidad de que el Estado adquiera 200 millones de dosis adicionales en el futuro.
Con esta última inversión, el gobierno de Donald Trump ya aportó al menos 9,400 millones de dólares para proyectos de vacuna, incluidos contratos de suministro firmados con cinco compañías.
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Si las vacunas demuestran su eficacia, Estados Unidos podría recibir en teoría 100 millones de dosis de cuatro farmacéuticas (Johnson & Johnson, Novavax, Pfizer/BioNTech, Sanofi/GSK) y 300 millones de dosis de Oxford/AstraZeneca, una alianza que también firmó un contrato para entregar 400 millones de dosis a la Unión Europea (UE).
La carrera por lograr una vacuna exige lanzar la producción en paralelo a los ensayos clínicos, incluso antes de saber si la vacuna es eficaz, con la posibilidad de perder dinero.
El gobierno estadounidense gastó también miles de millones de dólares para la construcción de fábricas de jeringuillas y de frascos, que serán necesarios para distribuir la o las futuras vacunas.
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Estados Unidos compró asimismo casi toda la producción del antiviral Remdesivir hasta septiembre, el primero que demostró cierto beneficio para los enfermos de covid-19.