El mandatario hizo escalas primero en Luisiana y después en Texas, dos días después de que el meteoro de categoría 4 azotara la costa de Estados Unidos en el Golfo de México, donde causó al menos 16 muertos y multitud de estragos debido a sus vientos fuertes, las lluvias torrenciales y las inundaciones.
Aunque la marejada ciclónica ha retrocedido al mar y las acciones de limpieza han comenzado, cientos de miles de personas continuaban el sábado sin luz ni agua, situación que podría alargarse semanas o meses en medio del prolongado calor de verano.
VEA: Joe Biden: Nunca utilizaría a las Fuerzas Armadas como 'utilería'
“Estoy aquí para apoyar al gran pueblo de Luisiana. Un estado fabuloso para mí”, afirmó Trump en Lake Charles. “Fue una tormenta muy muy poderosa”.
Durante las poco más de dos horas que estuvo en la ciudad, Trump se reunió con funcionarios y socorristas, pero no con los residentes, muchos de cuyas casas quedaron destruidas por el huracán.
Como sea, Trump observó los extensos daños y los escombros desperdigados en la ciudad de 80,000 habitantes mientras volaba a bordo del Air Force One, poco antes de aterrizar.
Primero se dirigió a un almacén utilizado como base para la Cajun Navy, un grupo de voluntarios de Luisiana, que colaboran en búsquedas y rescates después de huracanes e inundaciones. “Buen trabajo”, les dijo Trump.
ADEMÁS: El calvario que enfrentan habitantes de zonas golpeadas por huracán Laura
Trump recorrió después un vecindario con el gobernador John Bel Edwards y el secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf. Caminó por una calle bloqueada por árboles caídos y donde las casas fueron azotadas por la tormenta. Una de las viviendas tenía el techo arrancado completamente.
Edwards dijo que Laura fue el huracán más poderoso que haya azotado el estado, peor incluso que Katrina, que alcanzó categoría 3 cuando pegó hace exactamente 15 años.
“Sea que vengamos de Luisiana o de la 5ta Avenida de Nueva York, sabemos lo de Katrina”, declaró Trump.
El presidente viajó después en helicóptero a Orange, Texas, la zona más afectada en ese estado. Centenares de simpatizantes aclamaron su llegada con banderas, mantas y pancartas que decían “Trump 2020”. Acudieron el gobernador de Texas, Greg Abbott, y el senador federal Ted Cruz, ambos republicanos.
Antes de un recorrido aéreo por las zonas afectadas, Trump y otros funcionarios visitaron el centro de operaciones de emergencia en el condado de Orange para analizar los daños y las acciones del gobierno relacionadas con el huracán. El presidente tenía previsto regresar a Washington D.C. el sábado por la noche.
VEA TAMBIÉN: Dolor y devastación por el huracán Laura en el sur de EEUU (FOTOS)