Aquel ataque al World Trade Center el 11 de septiembre de 2001 enlutó a cerca de 2,750 familias y dejó a muchas otras marcadas por heridas físicas imborrables.
También, hubo efectos físicos internos y en esos trabaja un investigador de la facultad de enfermería de la Universidad Estatal de Ohio, ya que afirma que la exposición al polvo al que cientos de bomberos, personal de salud y voluntarios estuvieron expuestos podría estar vinculado con enfermedades actuales.
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El doctor Mitchell Cohen cree que enfermedades como el alzheimer, parkinson, u otros padecimientos cardíacos, en las personas que acudieron a la tragedia, podrían ser provocadas por el daño del polvo que permaneció suspendido en el ambiente hasta semanas después del incidente.
La decana asistente de investigación en salud biológica de la facultad de enfermería de la OSU trabaja con el doctor Cohen en una investigación relacionada al tema, para la cual recibieron el apoyo económico del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
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Estudio
La investigación consiste en que el médico recogió parte del polvo del World Trade Center en cubos dentro de las 72 horas posteriores al colapso de las torres Norte y Sur, ahora los investigadores exponen a ratas a ese polvo para analizar el desarrollo de enfermedades en sus organismos.Los roedores estuvieron expuestos al polvo durante dos días y posteriormente fueron trasladados a Ohio, donde serán analizados por un periodo de un año, pues afirman que un año para una rata es el equivalente a 30 años de un humano.
Su hipótesis consiste en que la exposición al polvo del World Trade Center provocará cambios en el corazón, los pulmones y el cerebro de las ratas con el tiempo, igual que los reportados en personas que durante su juventud se encontraban en el lugar de la tragedia y ahora siendo adultos presentan deterioros en su organismo.
Este estudio ha sido bien visto por distintos entes, entre ellos los investigadores del programa de salud y bienestar del World Trade Center de Stony Brook en Long Island, quienes a través de investigaciones concluyeron que unos 12,000 socorristas están en riesgo de desarrollar demencia.
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