La resolución elaborada por Gran Bretaña y copatrocinada por 112 países reiteró la exigencia del pasado 1 de julio del Consejo a favor de “una cesación general e inmediata de las hostilidades” en los principales conflictos de la agenda del Consejo de Seguridad, desde Siria y Yemen hasta la República Centroafricana, Mali, Sudán y Somalia.
El Consejo de Seguridad manifestó preocupación porque “no fue atendido a cabalidad” un llamado a favor de una tregua en todos los conflictos para enfrentar la pandemia de coronavirus, el primero de los cuales lo hizo el secretario general de la ONU, Antonio Guerres, el 23 de marzo de 2020.
La embajadora de Gran Bretaña ante la ONU, Barbara Woodward, actual presidenta del Consejo, anunció el resultado de la votación realizada por correo electrónico, debido a que el órgano se ha reunido de manera virtual. Señaló que la resolución “contribuirá a llevar vacunas a 160 millones de personas que se encuentran en zonas de conflicto o que han sido desplazadas por conflictos”.
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“Este es un primer paso”, subrayó, y requerirá un mayor esfuerzo internacional.
Sin embargo, Woodward dijo que el gran número de copatrocinadores y la aprobación unánime del consejo son “un firme testamento del compromiso internacional para concretar ese propósito'.
“Obviamente, cada una de estas situaciones necesitará ulteriores negociaciones a nivel de país, e incluso de campo y local”, apuntó. “Y hemos solicitado al secretario general que informe donde se encuentren los obstáculos para esto”.
La resolución aprobada el viernes reconoce “que los conflictos armados pueden exacerbar la pandemia de covid-19 y de manera inversa, la pandemia puede exacerbar las repercusiones humanitarias adversas de los conflictos armados, así como exacerbar las desigualdades”.