TAIPEI, TAIWÁN.- Si China quiere alcanzar su meta tentativa de vacunar al 10% de su población contra el
COVID-19 para fin de año, decenas de millones de niños tendrán que ser inoculados.
Los reguladores dieron el primer paso la semana pasada al aprobar el uso de la vacuna de la empresa china Sinovac en los menores de entre 3 y 17 años, y el viernes anunciaron la misma decisión para la vacuna de Sinopharm. No se ha fijado una fecha para el comienzo de las inoculaciones.
Los niños mayormente se han librado de lo peor de la pandemia, al contraer el coronavirus en tasas mucho menores que los adultos y generalmente mostrando síntomas más leves cuando se infectan. Pero los expertos dicen que los niños pueden transmitir el virus a otras personas y apuntan que, si los países quieren conseguir inmunidad colectiva con sus campañas de inoculaciones, vacunar a los niños debería formar parte del plan.
VEA: Sin perros como mascotas, las nuevas prohibiciones en Corea del Norte
“Vacunar a los niños es un paso importante hacia adelante”, dijo Jin Dong-yan, virólogo de la facultad de medicina de la Universidad de Hong Kong.
Pero lograrlo pudiera no ser tan fácil, por razones que van desde titubeos respecto a las vacunas hasta la disponibilidad de dosis.
Incluso en países con vacunas suficientes, algunos gobiernos están pasando apuros para convencer a los adultos de que las inyecciones son inocuas y necesarias, pese a estudios que demuestran que lo son. Esas preocupaciones pueden incrementarse cuando se trata de los niños.
Está además la cuestión de la aprobación. Pocos reguladores en el mundo han evaluado la inocuidad de las vacunas para el COVID-19 en niños, y hasta ahora la mayoría de las inoculaciones sólo han sido autorizadas para adultos. Pero están empezando a emitirse las autorizaciones. Estados Unidos, Canadá, Singapur y Hong Kong están permitiendo el uso de la vacuna de Pfizer en personas a partir de los 12 años.
Los anuncios de Sinovac y Sinopharm pudieran despejar el camino para que las vacunas —que ya están siendo utilizadas en decenas de países, desde Brasil hasta Indonesia— sean administradas a niños en todo el mundo.
En Tailandia, donde gran parte de los suministros de vacunas del país son de Sinovac, el ministro de Salud, Anutin Charnvirakul, elogió la noticia de que China había autorizado su uso de emergencia en niños.
“Una vez que sea aprobada, estamos listos para proporcionar la vacuna con el fin de abarcar a todas las edades”, dijo Anutin el lunes.
Otros productores de vacunas también están trabajando para expandir el uso a los niños. Moderna ha solicitado permiso para el uso de su inoculación en personas de 12 años o mayores, al igual que Pfizer. Ambas compañías realizan estudios en niños de entre 6 meses y 11 años de edad.
Los reguladores dieron el primer paso la semana pasada al aprobar el uso de la vacuna de la empresa china Sinovac en los menores de entre 3 y 17 años, y el viernes anunciaron la misma decisión para la vacuna de Sinopharm. No se ha fijado una fecha para el comienzo de las inoculaciones.
Los niños mayormente se han librado de lo peor de la pandemia, al contraer el coronavirus en tasas mucho menores que los adultos y generalmente mostrando síntomas más leves cuando se infectan. Pero los expertos dicen que los niños pueden transmitir el virus a otras personas y apuntan que, si los países quieren conseguir inmunidad colectiva con sus campañas de inoculaciones, vacunar a los niños debería formar parte del plan.
VEA: Sin perros como mascotas, las nuevas prohibiciones en Corea del Norte
“Vacunar a los niños es un paso importante hacia adelante”, dijo Jin Dong-yan, virólogo de la facultad de medicina de la Universidad de Hong Kong.
Pero lograrlo pudiera no ser tan fácil, por razones que van desde titubeos respecto a las vacunas hasta la disponibilidad de dosis.
Incluso en países con vacunas suficientes, algunos gobiernos están pasando apuros para convencer a los adultos de que las inyecciones son inocuas y necesarias, pese a estudios que demuestran que lo son. Esas preocupaciones pueden incrementarse cuando se trata de los niños.
Está además la cuestión de la aprobación. Pocos reguladores en el mundo han evaluado la inocuidad de las vacunas para el COVID-19 en niños, y hasta ahora la mayoría de las inoculaciones sólo han sido autorizadas para adultos. Pero están empezando a emitirse las autorizaciones. Estados Unidos, Canadá, Singapur y Hong Kong están permitiendo el uso de la vacuna de Pfizer en personas a partir de los 12 años.
Los anuncios de Sinovac y Sinopharm pudieran despejar el camino para que las vacunas —que ya están siendo utilizadas en decenas de países, desde Brasil hasta Indonesia— sean administradas a niños en todo el mundo.
En Tailandia, donde gran parte de los suministros de vacunas del país son de Sinovac, el ministro de Salud, Anutin Charnvirakul, elogió la noticia de que China había autorizado su uso de emergencia en niños.
“Una vez que sea aprobada, estamos listos para proporcionar la vacuna con el fin de abarcar a todas las edades”, dijo Anutin el lunes.
Otros productores de vacunas también están trabajando para expandir el uso a los niños. Moderna ha solicitado permiso para el uso de su inoculación en personas de 12 años o mayores, al igual que Pfizer. Ambas compañías realizan estudios en niños de entre 6 meses y 11 años de edad.