TAMAULIPAS, MÉXICO.- A inicios de 2014,
Miriam Rodríguez recibió una llamada anónima de un hombre que le solicitaba dinero a cambio de la vida de su hija Karen Salinas, de 20 años de edad, quien había sido raptada.
El hombre que la llamó le dijo que Karen estaba secuestrada por criminales de San Fernando, en el estado de Tamaulipas, México.
La mujer en reiteradas ocasiones se cortó el pelo y se lo pintó, se puso varias gafas, portó gorras de béisbol, se envolvió con bufandas, consiguió uniformes de distintas profesiones, creó decenas de perfiles en redes sociales y jugó invariablemente con su voz.
Todo lo anterior la ayudó a dar con el paradero de los principales asesinos de su hija Karen sin que las autoridades se dieran cuenta de lo que hacía.
Según las investigación del rotativo, la mujer tuvo acercamientos con los familiares de los involucrados, con quienes entabló una relación directa.
El hombre que la llamó le dijo que Karen estaba secuestrada por criminales de San Fernando, en el estado de Tamaulipas, México.
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La mujer de inmediato comenzó a recaudar el dinero que solicitaban los secuestradores, sin embargo, su hija había sido asesinada en una carretera local.
Con el dolor en su alma y con rabia por el crimen de la veinteañera, Rodríguez inició una investigación personal para dar con las personas que acabaron con la vida de la joven, por lo que logró capturar -en tres años- a 10 de los asesinos.
Su plan
Para seguir el rastro de los secuestradores, según una investigación del periodista Azam Ahmed, del diario estadounidense The New York Times, Miriam Rodríguez cambió su apariencia decenas de veces.La mujer en reiteradas ocasiones se cortó el pelo y se lo pintó, se puso varias gafas, portó gorras de béisbol, se envolvió con bufandas, consiguió uniformes de distintas profesiones, creó decenas de perfiles en redes sociales y jugó invariablemente con su voz.
Todo lo anterior la ayudó a dar con el paradero de los principales asesinos de su hija Karen sin que las autoridades se dieran cuenta de lo que hacía.
Según las investigación del rotativo, la mujer tuvo acercamientos con los familiares de los involucrados, con quienes entabló una relación directa.
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Eso, sorprendentemente le ayudó a dar con el paradero de los criminales y con ayuda de la policía puso en la cárcel a 10 implicados del hecho.
Su investigación la puso bajo amenaza y pese a pedir un esquema de seguridad a las autoridades mexicanas, un grupo de hombres armados llegó el Día de las Madres a su casa y acabó con su vida.
En su memoria, su historia llegó al cine y logró exhibirse en el último Festival de Cannes.
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