Unos científicos suecos presentaron un estudio este martes que esclarece un poco mejor los perjuicios para el cerebro de una noche sin dormir, y que podría motivar a los fiesteros a acostarse tras sus fiestas de fin de año.
Estos investigadores en neurología de la universidad de Uppsala analizaron sangre extraída a 15 hombres jóvenes y en buena salud, entre los que algunos acababan de dormir ocho horas y otros no habían dormido nada.
En estos últimos, los científicos constataron un aumento de alrededor del 20% de dos moléculas, la enolasa específica de las neuronas y la proteína S-100B.
'El número de moléculas del cerebro normalmente aumenta en sangre cuando se producen lesiones cerebrales', indicó en un comunicado el coordinador del estudio, Christian Benedict.
'La falta de sueño puede favorecer procesos de neurodegeneración', mientras que, al contrario, 'una noche en la que se duerme bien podría tener una importancia crítica para el mantenimiento de la salud del cerebro', añadió.
El estudio, que aparecerá en la revista Sleep (Sueño), sigue la línea de otro publicado en octubre en la revista estadounidense Science, que había concluido que el sueño acelera la limpieza de las toxinas del cerebro.
Entre estas toxinas se encuentra la beta-amiloide, que, al acumularse, favorece la enfermedad de Alzheimer, según unos investigadores de la universidad de Rochester (Estados Unidos), que trabajaron con ratas.