BERLÍN, ALEMANIA.- Alemania autorizó desde este lunes la apertura de algunos comercios y Noruega hizo lo propio con sus guarderías, en una Europa que empieza a aligerar con prudencia su confinamiento gracias a las primeras señales de contención de la pandemia de coronavirus.
Los gobiernos alrededor del mundo debaten cómo y cuándo levantar el confinamiento, que tiene a más de la mitad de la humanidad encerrada en sus casas y paraliza la economía global, pese a que el saldo de muertos sigue siendo elevado, especialmente en Estados Unidos, que ha superado los 40.000.
'Nuestra vida a partir del 11 de mayo no será exactamente como la de antes del confinamiento. Vamos a tener que aprender a vivir con el virus', advirtió Philippe.
En Italia, las primeras medidas no se adoptarán hasta el 3 de mayo, pero poco a poco las empresas reabren, aunque sea de forma parcial y con muchas precauciones.
'¡Estamos de vuelta!', tuiteó el famoso heladero romano Giolitti, anunciando la reanudación de las entregas el martes.
En España, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, anunció el domingo que por primera vez desde el 22 de marzo el número diario de muertos cayó por debajo de 500 (410).
La morgue improvisada en una pista de hielo de Madrid cerrará el miércoles y a partir del 27 de abril los niños podrán salir un rato a tomar el aire.
Por el contrario en el Reino Unido el confinamiento se prolongó el jueves al menos tres semanas. Es uno de los países más afectados de Europa, con más de 16.000 muertes en hospitales, un saldo que no incluye a los fallecidos en residencias de ancianos o en casa.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la pandemia está lejos de estar controlada a nivel mundial, con 'cifras constantes o crecientes' en el Reino Unido y en el este de Europa.
- 'Fase descendente' -
Al otro lado del mundo, Nueva Zelanda anunció el lunes que flexibilizaría las restricciones en el país a partir de la semana que viene.
'Hemos detenido una ola de devastación', declaró la primera ministra, Jacina Ardern.
En Estados Unidos, donde hay un forcejeo entre el presidente Donald Trump, favorable a una rápida recuperación de la actividad económica, y varios gobernadores demócratas, el estado de Nueva York, epicentro de la epidemia en el país, anunció que había comenzado una curva 'descendente'.
Pese a esta mejora el balance general de Estados Unidos continúa aumentando. La barrera de 40.000 muertos se superó el domingo, según la Universidad Johns Hopkins (+1.997 en las últimas 24 horas).
Manifestaciones anticonfinamiento habían congregado a cientos de personas durante el fin de semana en estados como Colorado, Texas, Maryland, New Hampshire y Ohio.
En Israel, el gobierno aprobó la reducción de algunas restricciones a partir del domingo, como parte de un plan 'responsable y progresivo'.
Desde su estallido en diciembre en Wuhan, una ciudad en el centro de China, la pandemia ha causado más de 164.000 muertos en todo el mundo, según un recuento de la AFP a partir de fuentes oficiales a las 19H00 GMT del domingo.
Las cifras de China son objeto de duros cuestionamientos por parte de Estados Unidos, que acusa a las autoridades de ese país de haber 'ocultado' el número real de víctimas chinas y la gravedad de la epidemia.
- Desmentido chino -
El director de un laboratorio chino al que los medios de comunicación estadounidenses se refieren como una posible fuente de la COVID-19 lo ha negado categóricamente. 'Es imposible que el virus venga de nosotros', dijo Yuan Zhiming, director del Instituto de Virología de Wuhan, en una entrevista con el canal público CGTN.
En otras partes del mundo también aumentan los muertos hasta superar la barrera de 2.000 en Turquía y de 1.000 en África.
América Latina superó los 100.000 contagios y tiene casi 5.000 muertos, según un recuento de la AFP.
En Brasil, donde se registraron más de 38.000 contagios y más de 2.400 muertes, el presidente Jair Bolsonaro apoyó a los manifestantes que, sin respetar las reglas de cuarentena, se congregaron delante del cuartel general del ejército en Brasilia para exigir una intervención militar y el cierre del Congreso.
Los gobiernos alrededor del mundo debaten cómo y cuándo levantar el confinamiento, que tiene a más de la mitad de la humanidad encerrada en sus casas y paraliza la economía global, pese a que el saldo de muertos sigue siendo elevado, especialmente en Estados Unidos, que ha superado los 40.000.
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Varios países como Francia (casi 20.000 muertos), España (casi 20.500) e Italia (más de 23.600) registran una disminución del número de enfermos y de muertes, lo que permite a los gobiernos considerar las primeras medidas de desconfinamiento para las próximas semanas.
En Alemania, con más de 135.000 casos registrados y cerca de 4.000 muertes, la pandemia está 'bajo control y es manejable', estimó el ministro de Salud, Jens Spahn.
Sin embargo este éxito es 'frágil', subrayó la canciller Angela Merkel. 'No podremos vivir nuestras vidas de antes durante mucho tiempo', advirtió Armin Laschet, dirigente de una de las regiones más afectadas, Renania del Norte-Westfalia.
El país se encuentra entre los primeros que emprende un lento desconfinamiento en Europa, el continente con casi dos tercios de las 164.000 muertes por la pandemia, con la apertura este lunes de la mayoría de las tiendas de menos de 800 metros cuadrado.
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La decisión forma parte de un intento de una vuelta gradual a la vida normal, que se irá completando con el regreso de los estudiantes a las escuelas partir del 4 de mayo.
En Noruega, donde igualmente la pandemia parece bajo control, las guarderías volvieron a abrir este lunes. Esta medida pone fin a cinco semanas de semiconfinamiento para los más pequeños, justificado por cuestiones sanitarias.
La reapertura se efectúa en cambio con precauciones: los niños menores de tres años tienen, por ejemplo, que ser colocados bajo la responsabilidad de un adulto en grupos de tres, y aquellos de tres a seis años en grupos de seis, sin mezclarse con los otros.
Desde este lunes también pueden reanudar sus actividades psicoterapeutas y psicólogos. Esta semana también será el turno de la vuelta al trabajo de peluqueros y dermatólogos. A partir del 27 de abril reabrirán parcialmente los colegios, institutos y universidades.
Otros países europeos como Austria y Dinamarca ya habían comenzado a flexibilizar sus restricciones, tomadas en la mayoría de los casos el 12 de marzo.
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- 'Vivir con el virus' -
'No hemos salido de la crisis sanitaria' pero 'la situación mejora progresivamente', declaró el domingo por la noche el primer ministro francés Edouard Philippe. Francia está considerando un desconfinamiento a partir del 11 de mayo, pero será muy gradual.'Nuestra vida a partir del 11 de mayo no será exactamente como la de antes del confinamiento. Vamos a tener que aprender a vivir con el virus', advirtió Philippe.
En Italia, las primeras medidas no se adoptarán hasta el 3 de mayo, pero poco a poco las empresas reabren, aunque sea de forma parcial y con muchas precauciones.
'¡Estamos de vuelta!', tuiteó el famoso heladero romano Giolitti, anunciando la reanudación de las entregas el martes.
En España, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, anunció el domingo que por primera vez desde el 22 de marzo el número diario de muertos cayó por debajo de 500 (410).
La morgue improvisada en una pista de hielo de Madrid cerrará el miércoles y a partir del 27 de abril los niños podrán salir un rato a tomar el aire.
Por el contrario en el Reino Unido el confinamiento se prolongó el jueves al menos tres semanas. Es uno de los países más afectados de Europa, con más de 16.000 muertes en hospitales, un saldo que no incluye a los fallecidos en residencias de ancianos o en casa.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la pandemia está lejos de estar controlada a nivel mundial, con 'cifras constantes o crecientes' en el Reino Unido y en el este de Europa.
- 'Fase descendente' -
Al otro lado del mundo, Nueva Zelanda anunció el lunes que flexibilizaría las restricciones en el país a partir de la semana que viene.
'Hemos detenido una ola de devastación', declaró la primera ministra, Jacina Ardern.
En Estados Unidos, donde hay un forcejeo entre el presidente Donald Trump, favorable a una rápida recuperación de la actividad económica, y varios gobernadores demócratas, el estado de Nueva York, epicentro de la epidemia en el país, anunció que había comenzado una curva 'descendente'.
Pese a esta mejora el balance general de Estados Unidos continúa aumentando. La barrera de 40.000 muertos se superó el domingo, según la Universidad Johns Hopkins (+1.997 en las últimas 24 horas).
Manifestaciones anticonfinamiento habían congregado a cientos de personas durante el fin de semana en estados como Colorado, Texas, Maryland, New Hampshire y Ohio.
En Israel, el gobierno aprobó la reducción de algunas restricciones a partir del domingo, como parte de un plan 'responsable y progresivo'.
Desde su estallido en diciembre en Wuhan, una ciudad en el centro de China, la pandemia ha causado más de 164.000 muertos en todo el mundo, según un recuento de la AFP a partir de fuentes oficiales a las 19H00 GMT del domingo.
Las cifras de China son objeto de duros cuestionamientos por parte de Estados Unidos, que acusa a las autoridades de ese país de haber 'ocultado' el número real de víctimas chinas y la gravedad de la epidemia.
- Desmentido chino -
El director de un laboratorio chino al que los medios de comunicación estadounidenses se refieren como una posible fuente de la COVID-19 lo ha negado categóricamente. 'Es imposible que el virus venga de nosotros', dijo Yuan Zhiming, director del Instituto de Virología de Wuhan, en una entrevista con el canal público CGTN.
En otras partes del mundo también aumentan los muertos hasta superar la barrera de 2.000 en Turquía y de 1.000 en África.
América Latina superó los 100.000 contagios y tiene casi 5.000 muertos, según un recuento de la AFP.
En Brasil, donde se registraron más de 38.000 contagios y más de 2.400 muertes, el presidente Jair Bolsonaro apoyó a los manifestantes que, sin respetar las reglas de cuarentena, se congregaron delante del cuartel general del ejército en Brasilia para exigir una intervención militar y el cierre del Congreso.
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La disponibilidad masiva de tests de coronavirus dista de ser una realidad en la región. En Bolivia, el gobierno admitió que se realizaron apenas 3.900.
En México, a pesar de las prohibiciones, miles de obreros del sector manufacturero siguen trabajando en fábricas en la frontera con Estados Unidos, convirtiendo estas plantas en invernaderos del virus.
La pandemia sigue golpeando al petróleo. Debido a la caída de la demanda mundial, el crudo estadounidense cayó casi un 20% el barril este lunes a menos de 15 dólares la unidad en Asia, su nivel más bajo en más de dos décadas.