CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO.- El presidente de México,
Andrés Manuel López Obrador, dijo este martes que su gobierno no quiere que los migrantes centroamericanos tengan libre paso por el norte de su territorio debido a los riesgos de seguridad que enfrentan en su ruta hacia Estados Unidos.
'No queremos que tengan libre paso y no solo por cuestiones legales sino por cuestiones de seguridad', afirmó el mandatario en su habitual conferencia matinal.
'Desgraciadamente en el norte hemos tenido problemas de asesinatos de migrantes en otros tiempos y no queremos eso, la violencia mayor la tenemos en estados del norte y preferimos atender a la población migrante de Centroamérica en el sur, sureste', agregó.
El norte mexicano, fronterizo con Estados Unidos, concentra fuerte actividad de carteles del narcotráfico por ser ruta de ingreso de su mercancía ilegal a territorio estadounidense. Algunos migrantes que intentan cruzar, sobre todo por el noreste, suelen ser víctimas de sicarios que los secuestran y extorsionan.
'No queremos que tengan libre paso y no solo por cuestiones legales sino por cuestiones de seguridad', afirmó el mandatario en su habitual conferencia matinal.
'Desgraciadamente en el norte hemos tenido problemas de asesinatos de migrantes en otros tiempos y no queremos eso, la violencia mayor la tenemos en estados del norte y preferimos atender a la población migrante de Centroamérica en el sur, sureste', agregó.
El norte mexicano, fronterizo con Estados Unidos, concentra fuerte actividad de carteles del narcotráfico por ser ruta de ingreso de su mercancía ilegal a territorio estadounidense. Algunos migrantes que intentan cruzar, sobre todo por el noreste, suelen ser víctimas de sicarios que los secuestran y extorsionan.
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En agosto de 2010, en el estado de Tamaulipas, fueron secuestrados y asesinados 72 migrantes cuando viajaban clandestinamente hacia Estados Unidos, en una masacre atribuida al cartel de Los Zetas, que supuestamente intentaron reclutarlos a la fuerza.
En tanto, López Obrador aseguró que no existe cambio en la política de su gobierno hacia la migración centroamericana luego de que autoridades detuvieron el lunes a un grupo de 367 indocumentados, mayoritariamente hondureños, en el sureño estado de Chiapas.
'No hay contradicción, hemos actuado con mucho respeto a los migrantes, y lo vamos a seguir haciendo, con respeto a sus derechos humanos', dijo.
Sostuvo que su política se enfoca en cuidar su integridad, darles oportunidades de trabajo y mantener un registro de identidad, que facilite el otorgamiento de ayuda humanitaria.
Sobre una posible presión del gobierno estadounidense, el mandatario dijo que si bien 'ellos quisieran que no hubieran migrantes', México mantiene como planteamiento de fondo la necesidad urgente de apoyar el desarrollo de Centroamérica.
'No queremos pelearnos con el gobierno de Estados Unidos, no nos queremos meter tampoco en sus confrontaciones política partidistas (...) Y al mismo tiempo, respetuosamente, estamos pidiendo que se atienda el problema con desarrollo, con creación de empleos, lo que no se ha hecho', afirmó López Obrador.
El gobierno de Donald Trump ha hecho del rechazo a la migración centroamericana, a la que considera una 'amenaza contra la seguridad nacional', una de sus principales banderas políticas y electorales.
Trump declaró en emergencia la frontera sur de su país en busca de recursos para la construcción de una muralla fronteriza con México, una de sus principales promesas de campaña.
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Desde octubre pasado, miles de centroamericanos intentan llegar a Estados Unidos marchando en multitudinarias caravanas en busca de oportunidades de vida.