'Este año hemos visto el inmenso coraje, fuerza, resiliencia y determinación de todos ustedes que cuidan, consuelan, enseñan, protegen y sirven al país en grandes o pequeñas formas', escribió el presidente de Estados Unidos en un mensaje también firmado por su esposa, Jill Biden, con motivo de la fiesta cristiana.
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'Ustedes demuestran, una y otra vez, que nuestras diferencias son preciosas y nuestras similitudes infinitas', dijo el mandatario demócrata, al frente de un país profundamente dividido en multitud de temas.
'Oramos por la promesa del Evangelio, la de encontrar la luz en la oscuridad, que es quizás el esfuerzo más estadounidense que existe', dice en su mensaje Biden, un católico devoto.
La pareja presidencial, enfrentada a un Estados Unidos cansado de la pandemia y frustrado por un aumento de la inflación, ha puesto especial énfasis en las tradiciones de fin de año, ya sea perdonar un pavo para el Día de Acción de Gracias o cubrir la Casa Blanca con decoraciones.
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Sin embargo, Biden se vio atrapado el viernes por el clima político particularmente amargo que prevalece en el país.
Una divertida conversación telefónica con una familia sobre Santa Claus dio un giro cuando un padre, a quien Biden acababa de desear felices fiestas, lo insultó.
Según los periodistas presentes, el padre respondió: 'Feliz Navidad' seguido de '¡Vamos, Brandon!', frase utilizada por partidarios de Donald Trump en forma despectiva contra el presidente, equivalente a un 'vete a la mierda Biden'.
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