El autor de los tiroteos que dejaron cuatro muertos en California estaba en libertad bajo fianza, acusado de apuñalar a un vecino, denunciado por sus vecinos por disparar cientos de balas y acusado de violencia doméstica el día anterior a la matanza.
Pese a este antecedente, Kevin Neal pudo usar un fusil semiautomático y dos pistolas el martes para herir a 14 personas, cuatro de ellas de muerte, en siete lugares distintos en su comunidad rural, incluida una escuela primaria, antes de caer abatido en un enfrentamiento con la policía.
No estaba claro cuáles eran las condiciones de la libertad de Neal y si estaba autorizado a poseer armas y dispararlas en su propiedad en el extremo de un camino de tierra en Rancho Tehama Reserve. La comisaría tampoco brindó detalles sobre la denuncia por violencia doméstica.
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Pero se multiplicaban las preguntas el miércoles acerca de por qué estaba en libertad y en condiciones de matar a dos vecinos, aparentemente por venganza, antes de salir a buscar víctimas al azar.
Juan Caravez, presidente de la asociación vecinal, dijo que los vecinos solían llamar a la comisaría cuando Neil disparaba a sus armas, pero ésta refería las quejas a la asociación.
“El comisario se negaba a hacer nada al respecto”, dijo Caravez.
La hermana del agresor, Sheridan Orr, dijo que Neal padeció trastornos mentales toda su vida y en ocasiones se volvía violento.
El subcomisario del condado de Tehama, Phil Johnston, dijo que Neil debía responder a acusaciones de agresión a una vecina, la que había obtenido una orden de restricción que le prohibía acercarse a ella.
Johnston no hizo declaraciones sobre el hecho de que el agresor estaba en posesión de armas.
