LA HAYA, PAÍSES BAJOS.- Canadá y Países Bajos acusaron al régimen de Damasco de “tortura” ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), anunció el tribunal de la ONU este lunes.
Este es el primer caso sobre la guerra civil en Siria llevado ante la máxima jurisdicción de la ONU, con sede en La Haya.
Canadá y Países Bajos acusan a Siria de haber violado una convención de la ONU contra “la tortura y otras penas o tratos crueles”, incluido “el uso de armas químicas”, señaló en un comunicado la CIJ.
Los dos países pidieron al tribunal que ordene a Damasco tomar medidas de urgencia, entre ellas la liberación de prisioneros que fueron “detenidos arbitrariamente” y autorizar el acceso de observadores internacionales a los centros de detención.
“No puede haber paz sostenible ni reconciliación duradera en Siria sin (...) justicia para sus víctimas y supervivientes”, dijeron la ministra de Relaciones Exteriores canadiense, Melanie Joly, y su homólogo neerlandés, Wopke Hoekstra, en un comunicado conjunto.
Los jueces del CIJ podrían llevar a cabo las primeras vistas próximamente, pero el tribunal no dio, por el momento, ninguna fecha precisa. Cualquier desenlace final puede llevar años.
Siria nunca se ha confrontado a tribunales internacionales por la guerra que estalló después de que el presidente Bashar al Asad reprimiera las manifestaciones prodemocracia en 2011.
“Establecer responsabilidades y luchar contra la impunidad son elementos importantes para alcanzar una solución política duradera al conflicto en Siria”, afirmó Hoekstra.
“Ciudadanos sirios fueron torturados, asesinados, desaparecieron, fueron atacados con gas tóxico u obligados a huir para salvar sus vidas”, añadió.
Siria siempre ha negado haber utilizado armas químicas, pese a que la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) constató que el ejército sirio las usó en varias ocasiones contra sus propios ciudadanos.
Canadá y Países Bajos pidieron también a la CIJ que intervenga para poner fin a la “detención arbitraria” de personas y revelar los lugares de sepultura de personas fallecidas.