El presidente venezolano Hugo Chávez designó ayer a los principales miembros de un nuevo órgano de consulta de su gobierno, el Consejo de Estado, que será presidido por el vicepresidente Elías Jaua, y cuya creación ha generado sorpresa en el país.
La creación del nuevo ente, cuya conformación está estipulada en la Constitución de 1999 pero que nunca antes había sido constituido, fue acelerada en los últimos días por Chávez.
Entre los miembros del organismo están el periodista y ex vicepresidente José Vicente Rangel, el embajador de Venezuela en la Organización de Estados Americanos (OEA) Roy Chaderton, y otros conocidos intelectuales y militares afines al gobierno, según publica la Gaceta Oficial de este miércoles.
En enero, el presidente venezolano manifestó su deseo de designar a los miembros del ente, pero el lunes -antes de partir a Cuba para recibir más radioterapia contra un cáncer- anunció que el Consejo de Estado entrará pronto en funciones, con una primera tarea ya asignada: recomendarle si el país debe retirarse de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
“Es un mecanismo para reforzar la eficacia política en los grandes temas que tienen que ver con el futuro de la República”, dijo ayer el canciller Nicolás Maduro sobre el Consejo de Estado, en rueda de prensa.
Maduro evitó empero responder a la pregunta de si éste puede considerarse como un eventual órgano de transición, como han señalado algunos analistas venezolanos, en momentos en que planea una gran incertidumbre sobre la salud del presidente.
“Todo el mundo sabe que el estado de salud del presidente es delicado, por lo que la creación ahora del Consejo de Estado no puede ser fortuita”, dijo el politólogo John Magdaleno.
“Se puede tratar de un eventual organismo de transición, o para el caso de que el presidente no pueda ejercer sus funciones o en preparación de la toma de algunas medidas excepcionales”, agregó.
Por su parte, el ministro de Comunicación, Andrés Izarra, estimó por su parte que Chávez ha nombrado en su seno a “gente sabia, de mucha avidez política y mucha cultura, para que funjan un papel de Estado, den recomendaciones y consultas necesarias para el desarrollo del país”, según una nota de la agencia estatal AVN.
OEA
El retiro venezolano de la CIDH implicaría abandonar automáticamente la Organización de Estados Americanos (OEA), resaltan fuentes oficiales y expertos en Washington.
Tanto la CIDH como la OEA han guardado silencio ante las palabras de Chávez, que acusa a la Comisión de haber reconocido al gobierno golpista que lo sacó brevemente del poder en Venezuela en 2002.
Pero fuentes del ente bajo anonimato recalcaron que la CIDH es parte fundacional de la OEA y que no hay precedentes al anuncio de Chávez.
A diferencia de la CIDH, la Corte Interamericana de Derechos Humanos con sede en San José sí es gestionada por la Convención del mismo nombre.
Hay países como Estados Unidos que forman parte de la Corte pero no reconocen su “competencia contenciosa”.
“Salir de la OEA es un precio político demasiado alto” considera Bjorn Arp, abogado de la firma Aparicio, Arp y Schamis, que litiga habitualmente ante la CIDH.