MAE SAI, TAILANDIA
Desde operaciones de rescate en directo en la televisión hasta canciones en su homenaje. Los tailandeses se movilizaban este lunes en torno a los 12 niños, y su entrenador, atrapados en una cueva desde hace más de nueve días.
Los buzos nunca han estado tan cerca como hasta este lunes del refugio subterráneo donde se ubicaría el grupo de niño. Se trata de un sitio conocido como 'Playa Pattaya' y la proximidad de los rescatistas generó una ola de esperanza en el país.
Desde la base de operaciones que se instaló el domingo en el corazón de esta red de diez kilómetros de largo, 'la distancia hasta Playa Pattaya es de menos de 600 metros', dijo un oficial de la marina a la AFP.
Con los canales de televisión transmitiendo en directo o con los compañeros de clase de los niños atrapados en esta cueva inundada rogando 'por buenas noticias' en el patio de la escuela de Mae Sai Prasitsart, al norte de Tailandia, donde asisten seis de los 12 menores buscados.
vea: Un hombre hiere con cuchillo a nueve personas en fiesta infantil en EEUU
'Déjenlo volver para jugar al fútbol con nosotros, lo echamos de menos', implora Tilek Jana, de 14 años, cuyo amigo Prajak está entre los desaparecidos.
'Yo rezo todas las noches para que estas 13 vidas sean rescatadas. Espero que tengamos buenas noticias' pronto, agregó Jakkrit Muenghong, uno de los profesores de Prajak.
El director de la escuela dijo que en sus ceremonias cantan, rezan y les envían 'apoyo' para que la ayuda llegue, añadió Kanet Pongsuwan.
Los adolescentes de entre 11 y 16 años y su entrenador adjunto se adentraron el 23 de junio por la noche, después de su entrenamiento, en la cueva de Tham Luang, en la frontera entre Birmania y Laos. Pero las lluvias torrenciales los dejaron bloqueados y desde entonces no se ha podido establecer contacto con ellos.
Las condiciones meteorológicas mejoraron y los socorristas consiguieron instalar una base de operaciones en los meandros de la cavidad, una de las mayores de Tailandia con una red de más de 10 kilómetros.
'Luchamos contra el tiempo y el agua para salvar estas 13 vidas', aseguró el gobernador Narongsak Osottanakorn.
'El túnel está lleno de barro, los buzos tienen que evacuarlo', precisó.
Un cantante célebre en Tailandia, Kong Huayrai, les escribió una canción en homenaje a los niños y su entrenador: 'No sabemos quiénes son, cómo son, pero ¿dónde están? ¿tienen frío y hambre?', dice la balada difundida en la televisión que enfatiza que hay un país esperándolos.
El lunes, miembros de la tribu Lisu se reunieron cerca de la cueva para sacrificar pollos y cerdos, una ofrenda a los espíritus del río y de la selva para implorarles que permita el regreso de los niños sanos y salvo.
Decenas de buzos, incluyendo efectivos internacionales, están movilizados desde hace más de una semana para intentar encontrar a los niños.
Equipos de especialistas venidos de Australia, Reino Unido, Japón y China, así como unos 30 soldados estadounidenses, se desplazaron hasta esta remota zona montañosa para apoyar a los equipos de rescate tailandeses.
Desde operaciones de rescate en directo en la televisión hasta canciones en su homenaje. Los tailandeses se movilizaban este lunes en torno a los 12 niños, y su entrenador, atrapados en una cueva desde hace más de nueve días.
Los buzos nunca han estado tan cerca como hasta este lunes del refugio subterráneo donde se ubicaría el grupo de niño. Se trata de un sitio conocido como 'Playa Pattaya' y la proximidad de los rescatistas generó una ola de esperanza en el país.
Desde la base de operaciones que se instaló el domingo en el corazón de esta red de diez kilómetros de largo, 'la distancia hasta Playa Pattaya es de menos de 600 metros', dijo un oficial de la marina a la AFP.
Con los canales de televisión transmitiendo en directo o con los compañeros de clase de los niños atrapados en esta cueva inundada rogando 'por buenas noticias' en el patio de la escuela de Mae Sai Prasitsart, al norte de Tailandia, donde asisten seis de los 12 menores buscados.
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'Déjenlo volver para jugar al fútbol con nosotros, lo echamos de menos', implora Tilek Jana, de 14 años, cuyo amigo Prajak está entre los desaparecidos.
'Yo rezo todas las noches para que estas 13 vidas sean rescatadas. Espero que tengamos buenas noticias' pronto, agregó Jakkrit Muenghong, uno de los profesores de Prajak.
El director de la escuela dijo que en sus ceremonias cantan, rezan y les envían 'apoyo' para que la ayuda llegue, añadió Kanet Pongsuwan.
Los adolescentes de entre 11 y 16 años y su entrenador adjunto se adentraron el 23 de junio por la noche, después de su entrenamiento, en la cueva de Tham Luang, en la frontera entre Birmania y Laos. Pero las lluvias torrenciales los dejaron bloqueados y desde entonces no se ha podido establecer contacto con ellos.
Las condiciones meteorológicas mejoraron y los socorristas consiguieron instalar una base de operaciones en los meandros de la cavidad, una de las mayores de Tailandia con una red de más de 10 kilómetros.
'Luchamos contra el tiempo y el agua para salvar estas 13 vidas', aseguró el gobernador Narongsak Osottanakorn.
'El túnel está lleno de barro, los buzos tienen que evacuarlo', precisó.
Un cantante célebre en Tailandia, Kong Huayrai, les escribió una canción en homenaje a los niños y su entrenador: 'No sabemos quiénes son, cómo son, pero ¿dónde están? ¿tienen frío y hambre?', dice la balada difundida en la televisión que enfatiza que hay un país esperándolos.
El lunes, miembros de la tribu Lisu se reunieron cerca de la cueva para sacrificar pollos y cerdos, una ofrenda a los espíritus del río y de la selva para implorarles que permita el regreso de los niños sanos y salvo.
Decenas de buzos, incluyendo efectivos internacionales, están movilizados desde hace más de una semana para intentar encontrar a los niños.
Equipos de especialistas venidos de Australia, Reino Unido, Japón y China, así como unos 30 soldados estadounidenses, se desplazaron hasta esta remota zona montañosa para apoyar a los equipos de rescate tailandeses.