LA HABANA, CUBA.-Las autoridades cubanas decidieron suspender, por una severa escasez de gasolina, la tradicional manifestación masiva del Primero de Mayo en La Habana y sustituirla por pequeños actos locales, informó este martes el líder nacional de los trabajadores.
La marcha del día de los trabajadores es habitualmente un acto multitudinario en la capital, que implica una monumental movilización de autobuses repletos de personas provenientes de toda la urbe hacia la emblemática Plaza de la Revolución, el punto más alto y céntrico de La Habana.
Sin embargo, la isla enfrenta una escasez de combustible que se ha prolongado un mes y que trastorna la vida cotidiana de los cubanos, en momentos en que el país pasa por su peor crisis económica en tres décadas.
Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), anunció los cambios para la celebración del Primero de Mayo.
“Las condiciones con el aseguramiento del combustible nos han conducido a reformularnos la concepción inicial” de la celebración, dijo, en declaraciones reproducidas por la televisión estatal.
“Se trata de suplir esa gran movilización que hacíamos utilizando los medios de transporte, por la participación del pueblo en actos” en comunidades y en centros laborales y estudiantiles de toda la isla.
De esta manera, señaló, habrá un acto reducido, pero representativo en el malecón de La Habana, al que deberán llegar caminando personas de cinco de los 15 municipios capitalinos.
La marcha del Día de los Trabajadores se reanudó apenas en 2022, tras dos años de pandemia en los que fue cancelada esta importante celebración para el país gobernado por el Partido Comunista de Cuba, única agrupación política legal.
La marea humana se extendió el año pasado a lo largo de los casi cinco kilómetros que separan al malecón de la Plaza de la Revolución, donde la máxima dirigencia comunista saludó desde un balcón del Palacio de la Revolución a los manifestantes.
En estos días, las calles de La Habana lucen con cada vez menos automóviles en circulación y largas colas de vehículos alrededor de las estaciones de gasolina.
Con muy poco transporte, las autoridades han tenido que cancelar las clases presenciales en cinco universidades, una de ellas en La Habana, mientras que otras concentraciones fueron suspendidas como partidos de béisbol y conciertos.