Dicha ciudad ya había hecho una excepción con Trump, extendiéndole un permiso provisional mientras era presidente. La autorización le permitía aterrizar en helicópteros, pero ahora se ordenó la remoción del helipuerto porque están prohibidos en la zona.
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Actualmente persiste una polémica por la legalidad de la residencia de Trump, pues algunos vecinos buscan evitar que el expresidente viva a tiempo completo en ese lugar.
En 1993 el magnate firmó un acuerdo para convertir la residencia en un club privado donde nadie pudiera vivir más de unas cuantas semanas.
El fiscal del condado de Palm Beach explicó que justamente en ese año se prohibió a cualquier persona vivir en las instalaciones de la casa e incluso hizo énfasis que un abogado de Trump aseguró que él no viviría allí, pues sería como cualquier otro miembro del club.
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Ante esta problemática, los concejales de Palm Beach piensan revisar este acuerdo en marzo.
De acuerdo con el diario The Guardian, Trump viene siendo un empleado de la corporación propietaria de Mar-a-lago y según las regulaciones de la ciudad un club puede otorgarle alojamiento en el lugar a los empleados.
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