Río de Janeiro, Brasil
Casi 150,000 funcionarios jubilados del quebrado estado brasileño de Rio Janeiro cobrarán por fin el aguinaldo de 2016 gracias a la restitución de fondos desviados por el exgobernador Sergio Cabral, encarcelado por corrupción.
La restitución se oficializará este martes por la tarde en una ceremonia en presencia del fiscal general Rodrigo Janot, que acaba de pedir la apertura de 83 nuevas investigaciones sobre dirigentes políticos con fueros (ministros y legisladores) involucrados en el escándalo de Petrobras.
La suma recuperada se eleva a 254.7 millones de reales (83 millones de dólares) y permitirá pagar el aguinaldo de 146,000 exfuncionarios con jubilaciones inferiores a 3.200 reales. Los beneficiados representan el 57% del total de jubilados y pensionistas, según datos oficiales.
El dinero proviene de 85.3 millones de dólares repatriados de cuentas en el extranjero gracias a los acuerdos de colaboración con la Justicia de dos miembros de la 'organización criminal' a la que pertenecía Cabral.
Sergio Cabral, del partido de centroderecha PMDB, al cual pertenece el presidente Michel Temer, fue gobernador de Rio entre enero de 2007 y abril de 2014.
Cabral, de 54 años, y su esposa Adriana Anselmo fueron detenidos en noviembre del año pasado, en una ramificación de la Operación Lava Jato que investiga el esquema de multimillonarios sobornos en Petrobras.
Responde a acusaciones de corrupción, formación de banda criminal y lavado de dinero.
'Los integrantes de la organización criminal de Sergio Cabral se apoderaron y lavaron una fortuna inmensa, que incluyó la compra de bienes de lujo, así como la prestación de servicios por parte de consultoras ficticias', señaló la Policía federal tras la detención.
El estado de Rio acumula meses de atraso en el pago a sus funcionarios. En enero, negoció una ayuda del gobierno federal, dirigido por el presidente conservador Michel Temer, a cambio de medidas de austeridad y de la promesa de privatización de su servicio de aguas.
Ese pacto fue denunciado en marchas multitudinarias, que en muchos casos derivaron en enfrentamientos violentos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
Casi 150,000 funcionarios jubilados del quebrado estado brasileño de Rio Janeiro cobrarán por fin el aguinaldo de 2016 gracias a la restitución de fondos desviados por el exgobernador Sergio Cabral, encarcelado por corrupción.
La restitución se oficializará este martes por la tarde en una ceremonia en presencia del fiscal general Rodrigo Janot, que acaba de pedir la apertura de 83 nuevas investigaciones sobre dirigentes políticos con fueros (ministros y legisladores) involucrados en el escándalo de Petrobras.
La suma recuperada se eleva a 254.7 millones de reales (83 millones de dólares) y permitirá pagar el aguinaldo de 146,000 exfuncionarios con jubilaciones inferiores a 3.200 reales. Los beneficiados representan el 57% del total de jubilados y pensionistas, según datos oficiales.
El dinero proviene de 85.3 millones de dólares repatriados de cuentas en el extranjero gracias a los acuerdos de colaboración con la Justicia de dos miembros de la 'organización criminal' a la que pertenecía Cabral.
Sergio Cabral, del partido de centroderecha PMDB, al cual pertenece el presidente Michel Temer, fue gobernador de Rio entre enero de 2007 y abril de 2014.
Cabral, de 54 años, y su esposa Adriana Anselmo fueron detenidos en noviembre del año pasado, en una ramificación de la Operación Lava Jato que investiga el esquema de multimillonarios sobornos en Petrobras.
Responde a acusaciones de corrupción, formación de banda criminal y lavado de dinero.
'Los integrantes de la organización criminal de Sergio Cabral se apoderaron y lavaron una fortuna inmensa, que incluyó la compra de bienes de lujo, así como la prestación de servicios por parte de consultoras ficticias', señaló la Policía federal tras la detención.
El estado de Rio acumula meses de atraso en el pago a sus funcionarios. En enero, negoció una ayuda del gobierno federal, dirigido por el presidente conservador Michel Temer, a cambio de medidas de austeridad y de la promesa de privatización de su servicio de aguas.
Ese pacto fue denunciado en marchas multitudinarias, que en muchos casos derivaron en enfrentamientos violentos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
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