El presidente Donald Trump prometió el miércoles que tomará 'medidas enérgicas hoy' contra la inmigración, un día después de que dijo que quiere enviar efectivos militares a la frontera con México hasta tanto se construya el muro fronterizo prometido por él. La Casa Blanca aclaró que serían efectivos de la Guardia Nacional.
'Nuestras Leyes de Frontera son muy débiles mientras las de México y Canadá son muy fuertes', tuiteó el presidente. '¡El Congreso debe cambiar estas leyes de la era Obama y otras YA! Los demócratas nos estorban: quieren que la gente entre a nuestro país sin control... ¡CRIMEN! Tomaremos medidas enérgicas hoy'.
Durante un almuerzo con gobernantes de países del Báltico el martes, Trump dijo que comunicó su idea de enviar militares a la frontera con México al secretario de Defensa, James Mattis. El presidente no detalló cuáles serían las medidas y la Casa Blanca no respondió a un pedido de declaraciones.
'Vamos a hacer las cosas militarmente. Hasta que tengamos un muro y la seguridad como se debe, vamos a resguardar nuestra frontera con las fuerzas armadas', dijo, antes de añadir que se trata de un 'gran paso'.
'Realmente no hemos hecho esto antes, o ciertamente no mucho', dijo.
Trump ha estado profundamente frustrado por la falta de progreso de la construcción de lo que fue la promesa central de su campaña: un 'muro grande y hermoso' en la frontera con México. Previamente, ha insinuado usar el presupuesto del Pentágono para pagar por la construcción del muro, bajo el argumento de que es una prioridad de seguridad nacional, pese a las regulaciones estrictas que prohíben gastos que no sean autorizados por el Congreso.
El gobierno federal ya ha enviado fuerzas armadas a la frontera, peor lo ha hecho mediante el despliegue de efectivos de la Guardia Nacional. En 2006, bajo la Operación Jump Start, se enviaron 6.000 elementos a fin de aumentar la seguridad y vigilancia. Para esa operación se usaron agentes de la Guardia Nacional con el fin de ayudar a la Patrulla Fronteriza con tareas no relacionadas a la aplicación de leyes mientras se contrataba y capacitaba a nuevos agentes.
Durante el segundo año esa cifra bajó a unos 3,000.
A lo largo de los dos años, unos 29,000 efectivos de la Guardia Nacional participaron en las misiones, a medida que se rotaba el despliegue de los efectivos.
Los uniformados de la Guardia fueron usados para labores de apoyo de vigilancia, comunicaciones, asuntos administrativos, espionaje, análisis y -en algunos casos- la instalación de infraestructura de seguridad fronteriza.
Durante los dos años, se construyeron más de 48 kilómetros (30 millas) de cercas y 21 kilómetros (13 millas) de carretera y se instalaron más de 138 kilómetros (86 millas) de barreras para vehículos.
No se usaron soldados estadounidenses activos en la operación porque hay normas que prohíben que se usen los llamados soldados del Título 10 para labores policiales y similares dentro de Estados Unidos.
Además, el expresidente Barack Obama envió unos 1,200 agentes de la Guardia Nacional a la frontera con México en el 2010 para apoyar el combate contra el contrabando de drogas y la inmigración ilegal. Al igual que las veces anteriores, los efectivos realizaron tareas de espionaje, vigilancia, análisis y otras labores de apoyo mientras se contrataba y capacitaba a más agentes de aduanas y de la Patrulla Fronteriza
Por ese entonces, funcionarios enfatizaron que los efectivos de la Guardia Nacional no serían enviados al frente ni interactuarían con gente que cruza la frontera.