El documento hecho público el jueves se refiere a la muerte de Anastasio Hernández Rojas, de 42 años. Quien fue golpeado con porras y electrocutado varias veces mientras yacía tendido y con grilletes en el piso en el puerto de entrada de San Ysidro, en San Diego.
Hernández sufrió daños cerebrales, cinco costillas rotas y otras lesiones, según documentos judiciales, y murió días después en un hospital.
Asimismo, una autopsia concluyó que las descargas, además del esfuerzo físico y el consumo de metanfetamina, contribuyeron a su muerte por un infarto.
El deceso atrajo un intenso escrutinio en 2012, tras la publicación de un video de un testigo en la televisora PBS que parecía mostrar a Hernández recibiendo una descarga mientras estaba tirado en el piso, rodeado por alrededor de una docena de agentes.
LEA: 'Nos regresaron la esperanza', migrantes confían en cambio de política con Biden
Uso de la fuerza
Según documentos judiciales, ocho policías y agentes de la CBP y otras agencias reconocieron haber utilizado la fuerza mientras otros nueve estaban presentes.“Más que nada, quiero una disculpa por lo que los agentes fronterizos le hicieron a mi esposo', dijo la viuda de Hernández, María Puga, en un comunicado de la Clínica Internacional de Derechos Humanos de Berkeley, de la Universidad de California.
“Lo trataron como a un animal, no como a un humano, y lo mataron. Destruyeron a mi familia y siguen destruyendo a otras familias. No pararán hasta que se les exijan responsabilidades'.
Por su parte, la CBP no respondió de inmediato a correos electrónicos pidiendo comentarios el jueves en la noche.
ADEMÁS: Muere migrante que intentó cruzar a Estados Unidos por alcantarillas
A petición de la familia, el caso está siendo revisado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que ha examinado abusos de derechos humanos, incluyendo masacres y desapariciones, principalmente en Centroamérica y Sudamérica.
Esta es la primera vez que la comisión estudia acusaciones de asesinato extrajudicial que afecta a las fuerzas de seguridad de Estados Unidos.
El fallo de la comisión no tendrá validez legal en el país, pero una decisión negativa podría tener un impacto simbólico e internacional en la reputación de Estados Unidos.