Ante la llegada de decenas de miles de inmigrantes centroamericanos a Estados Unidos por la frontera sur en los últimos dos años, las autoridades federales lanzaron este jueves un programa para alentar a la mayoría de ellos a presentarse en sus audiencias en el tribunal de inmigración.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) recurrió a un contratista para ayudar a algunas familias de inmigrantes a encontrar transporte, vivienda y abogados a bajo costo, con la esperanza de que ofrecerles estabilidad hará más factible que asistan a las audiencias del tribunal en las que se determina si deberían ser autorizados a permanecer en el país o deportados.
Cuando los inmigrantes se presentan en la corte, las autoridades federales pueden hacer un seguimiento de los casos de asilo para asegurar que aquellos que pierden el caso regresen a casa.
Los activistas quieren que los inmigrantes asistan a las audiencias porque creen que muchos que llegaron de El Salvador, Guatemala y Honduras tienen una buena oportunidad de recibir asilo, pero deben presentarse en el tribunal para hacerlo. Los jueces emiten rutinariamente órdenes de deportación para aquellos que no se presentan.
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Unas 800 familias que pasaron una revisión inicial de asilo pueden unirse al programa en Los Ángeles, Nueva York, Washington, Chicago y Miami a partir del jueves. Los trabajadores sociales ayudarán a los inmigrantes de reciente arribo con tareas tales como encontrar transporte al tribunal de inmigración y matricular a sus hijos en la escuela.
El programa costará 11 millones de dólares al año y alcanzará a una diminuta parte de los 54.000 inmigrantes centroamericanos con niños que han llegado a la frontera suroeste desde octubre de 2014.
El gobierno de Obama encara limitaciones impuestas por la corte sobre la detención de familias inmigrantes, y a inicios de mes, las autoridades comenzaron a arrestar a aquellos que perdieron sus casos de asilo.
Las personas elegibles para el programa incluyen mujeres embarazadas, madres lactantes e inmigrantes con enfermedades mentales, dijo el ICE.
'Estamos orientados a las madres centroamericanas, en su mayoría jefas de familia, porque esa es la que vemos ahora como la población más grande a ser atendida', dijo Andrew Lorenzen-Strait, subdirector de vigilancia y remoción del ICE.
Desde 2014, las familias inmigrantes han sido enviadas a los centros de detención familiar o han sido dejadas en libertad y se les ha dicho que comparezcan en el tribunal de inmigración.
Casi 790 órdenes de deportación han sido emitidas para inmigrantes con niños que llegaron desde julio de 2014 y fueron detenidos. Más de dos tercios fueron para aquellos que no se presentaron a las audiencias, muestran las estadísticas del tribunal.
Los defensores acogieron el nuevo programa con la esperanza de que los inmigrantes puedan probar que huyen de la persecución y ganen el derecho a permanecer en Estados Unidos. El programa enfrenta la oposición de aquellos que quieren que el gobierno investigue rápidamente a los inmigrantes en la frontera y regrese a aquellos que no califican para el asilo.
'El gobierno sigue tomando medidas que alientan más inmigración ilegal, tales como ofrecer beneficios tributarios a aquellos que han venido aquí de manera ilegal', afirmó el representante Bob Goodlatte, el republicano que preside la comisión de asuntos jurídicos de la Cámara de Representantes.
Los defensores de los inmigrantes dijeron que los recién llegados a menudo son abrumados cuando empiezan una vida aquí y pueden pasar por alto audiencias clave si son empantanados con matricular a sus hijos en la escuela u olvidan actualizar su dirección con los tribunales.
Aplaudieron la ayuda a los inmigrantes, pero cuestionaron que el contratista seleccionado para ejecutar el programa sea una unidad del grupo GEO, el cual también supervisa los centros de detención de inmigrantes. La empresa se negó a comentar.
El aumento de llegadas en la frontera ha avivado el debate estridente durante la campaña presidencial y en Washington. El gobierno de Obama detuvo hace varias semanas a 121 personas sobre las que pesaban órdenes de deportación, en redadas dirigidas a los centroamericanos que llegaron aquí en años recientes.
Desde el año pasado, las autoridades federales han liberado a familias de inmigrantes con mayor celeridad de los centros de detención luego de que un juez federal dictaminó que las madres con niños no podían ser retenidas por periodos prolongados. A algunas se les colocaron tobilleras con rastreo al ser liberadas.
Antes de lanzar el nuevo plan, el ICE ejecutó un programa piloto con dos instituciones sin fines de lucro en las que los participantes casi siempre asistieron a sus audiencias de inmigración y las citas, dijeron las autoridades de la agencia.
'Muchas de estas personas no van a ser deportadas', afirmó Annie Wilson, directora de estrategia para el Servicio Luterano de Inmigración y Refugiados. 'Las preguntas más importantes son: ¿Cómo debemos tratar a las personas que van a estar aquí y cómo van a ganar el asilo?'.