WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.-La Casa Blanca dijo el viernes que una reciente resolución del gobierno de Joe Biden que otorga inmunidad legal al príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018 no tiene relación con las relaciones bilaterales.
“Esta determinación legal no tiene absolutamente nada que ver con el mérito del caso”, dijo el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, sobre la demanda civil contra el príncipe heredero y otros saudíes por parte de Hatice Cengiz, la prometida de Khashoggi.
“(Tampoco) tiene absolutamente nada que ver con la relación bilateral con Arabia Saudí, que, como saben, es tensa”, dijo a periodistas, señalando el reciente apoyo de Riad a la disminución de la producción de petróleo de la OPEP que enfureció a Washington.
El presidente Joe Biden “ha sido muy, muy claro (...) sobre el brutal y bárbaro asesinato del señor Khashoggi”, dijo Kirby. Biden “ha trabajado para que el régimen (saudí) rinda cuentas”, añadió.
La reacción de la Casa Blanca se produce luego que Amnistía Internacional criticara al gobierno por otorgar inmunidad al príncipe y calificara el acto como “una profunda traición”.
“El gobierno de Estados Unidos debería agachar la cabeza de vergüenza. Esto no es más que una traición repugnante, total y profunda”, dijo la secretaria general la asociación humanitaria, Agnes Callamard, en un comunicado.
“Primero, la evidencia de la participación del príncipe heredero en el asesinato de Jamal Khashoggi fue ignorada por el presidente Trump, luego esta reacción del presidente Biden: todo sugiere acuerdos turbios en todo momento”.
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Callamard agregó que era “más que cínico” que el gobierno saudita buscara extender la inmunidad al príncipe Salman al declararlo primer ministro.
“Es decepcionante que el gobierno de Estados Unidos haya puesto en práctica esta artimaña legal”, dijo, y agregó que ello “envía un mensaje deplorable de que quienes están en el poder (...) son libres de operar por encima de la ley con total impunidad”.
The Washington Post, el periódico estadounidense con el que que Khashoggi colaboraba, también criticó la decisión.
Fred Ryan, editor y director ejecutivo del periódico, dijo en un comunicado que Biden estaba “concediendo una licencia para matar a uno de los violadores de derechos humanos más atroces del mundo”.
Kirby dijo que Biden “ha trabajado para responsabilizar al régimen” de la muerte de la periodista y también mencionó la decisión del mandatario de revisar la relación con Riad, muy estrecha durante décadas.
Biden quiere asegurarse de que esos vínculos “sirvan a los intereses de nuestra seguridad nacional y del pueblo estadounidense”, agregó.
El asesinato hace cuatro años de Khashoggi, un estrecho colaborador del poder saudí que luego se volvió crítico, ocurrió en 2018 en el consulado de Arabia Saudita en Estambul y convirtió temporalmente al príncipe en un paria en Occidente.
Los abogados de Mohammed bin Salman habían dicho que este estaba “en la cúspide del gobierno de Arabia Saudita” en ese momento y, por lo tanto, calificaba para el tipo de inmunidad que los tribunales estadounidenses otorgan a los jefes de Estado extranjeros y otros funcionarios de alto rango.
El gobierno de Estados Unidos tenía hasta el jueves para dar su opinión sobre el tema, si así lo deseaba. Su recomendación no es vinculante para el tribunal.