Los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) seguían avanzando este jueves en la localidad kurda siria de Kobane, fronteriza con Turquía, que persiste en su negativa a enviar tropas.
'Pese a la resistencia feroz de las fuerzas kurdas, el EI avanza hacia el centro y se ha adueñado de más de un tercio de Kobane', afirmó a la AFP el director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.
'Los yihadistas se han apoderado del edificio de las fuerzas de seguridad kurdas, en el noreste de la ciudad', añadió el director de esta ONG siria.
Los combatientes kurdos que defienden Kobane saben que dependen de sus propias fuerzas, ya que Washington ha reconocido que los bombardeos aéreos de la coalición no bastarán para salvar a la ciudad del asalto yihadista.
Y Turquía no está por la labor de implicarse en el conflicto. 'No es realista esperar que Turquía dirija una operación terrestre por su cuenta', declaró el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, tras reunirse con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Kobane se ha convertido en un símbolo de la resistencia ante el imparable EI en Siria, y su caída ante los medios de comunicación del mundo entero, que están apostados en el lado turco de la ciudad, sería una victoria rotunda.
Los combates en las calles proseguían en la noche en el sur, este y oeste de la ciudad, a la que los yihadistas lograron entrar el lunes, agregó el OSDH que constató un nuevo bombardeo de la coalición dirigida por Estados Unidos contra posiciones del EI en el este de Kobane.
La relación de fuerzas es desfavorable a los kurdos pues el EI cuenta con vehículos blindados y armas sofisticadas.
El EI cambia de táctica
Desde el lado kurdo de la frontera, una periodista de la AFP contabilizó cuatro bombardeos en la región de Kobane (Ain al Arab en árabe). Columnas de denso humo eran visibles por encima de la ciudad y oía el intenso intercambio de disparos.
El ejército estadounidense anunció que el jueves efectuó 14 bombardeos aéreos contra posiciones del EI cerca de Kobane.
No obstante, el Pentágono ha reconocido que los ataques aéreos 'no ayudan por sí solos' a salvar la ciudad y se necesitan fuerzas 'competentes' en el terreno.
Los yihadistas han cambiado de táctica para adaptarse a los bombardeos que les envían desde el 23 de septiembre en Siria Estados Unidos y sus aliados árabes, según el general estadounidense Martin Dempsey. 'Han dejado de desplazarse en grandes convoys (...) Tampoco establecen cuarteles generales visibles'.
Si toman Kobane, los yihadistas controlarán una franja ininterrumpida en el norte de Siria, bordeando la frontera con Turquía.
Desde el inicio del asalto a Kobane a mediados de septiembre, han muerto unas 500 personas en los enfrentamientos y unas 300.000 han abandonado la región, más de 200.000 hacia Turquía.
Este poderoso grupo ultrarradical, que cuenta con decenas de miles de hombres en sus filas, controla ya vastas zonas de territorio en el norte y el este de Siria, aprovechándose de la guerra civil que dura ya más de tres años, y de otra parte del territorio de Irak, instaurando un califato que está a caballo de los dos países.
Medidas urgentes y rápidas
La batalla de Kobane, símbolo de la resistencia al EI, ha encendido los ánimos entre la población kurda en Turquía, donde la violencia ha dejado al menos 23 desde el inicio de las protestas el pasado lunes.
El ministro de Relaciones Exteriores Mevlut Cavusoglu considera que 'no es realista' que su país envíe solo tropas para combatir a los yihadistas, pese a que el parlamento turco ha dado luz verde a una operación militar contra el EI.
Pero Estados Unidos apremia. 'Se necesitan medidas urgentes y rápidas para frenar la capacidad militar del EI' y el general John Allen, que coordina la coalición 'se lo va a decir claramente' a los turcos, dijo el departamento de Estado.
Un equipo militar estadounidense tiene previsto viajar a Ankara la próxima semana para reunirse con responsables militares turcos.
El gobierno turco prefiere la creación de una zona de separación en el norte de Siria para proteger a los refugiados y las zonas bajo control de los rebeldes moderados, una condición para su participación en las operaciones antiyihadistas.
Sin embargo, esta propuesta, que apoya Francia, no suscita ningún entusiasmo en la Casa Blanca ni en la OTAN. Además Rusia asegura que lo tendría que autorizar el Consejo de Seguridad de la ONU.
Por otra parte, el OSDH informó que los bombardeos de la siria en la localidad de Irbin, en manos de los rebeldes, han dejado al menos 25 muertos.