CIUDAD JUÁREZ, MÉXICO.-El aspirante a la candidatura demócrata para la Casa Blanca
Beto O'Rourke visitó este domingo en la
mexicana Ciudad Juárez a familias de migrantes que aspiran obtener asilo en Estados Unidos pero que fueron retornadas a México mientras transcurre su proceso jurídico.
El político de Texas de 46 años, cuya propuesta muestra una inclinación a la izquierda en temas como inmigración, clima o salud, se entrevistó con cuatro familias centroamericanas en el albergue Casa del Migrante ubicado en la fronteriza Ciudad Juárez, donde actualmente se albergan 305 migrantes.
'Yo quiero que la gente que llega aquí a la frontera pueda seguir nuestras leyes de asilo en los Estados Unidos, que no necesiten quedarse aquí en Ciudad Juárez o en la Casa del Migrante porque es peligroso', dijo en español el exmiembro de la Cámara de Representantes, que según encuestas se halla en cuarto lugar de las preferencias de los electores demócratas.
Anteriormente, los migrantes que lograban cruzar clandestinamente la frontera de Estados Unidos podían pedir asilo y esperar la respuesta estando en libertad en territorio estadounidense. Pero la espera para su cita con un juez migratorio que resolviera su caso podía tomar meses, por lo que muchos indocumentados se perdían en Estados Unidos sin presentarse a su cita.
A raíz de la ola de miles de migrantes -principalmente familias de Guatemala, Honduras y El Salvador que huyen de la pobreza y violencia en sus países- que llegaron en caravanas a través de México para pedir asilo en Estados Unidos, el presidente Donald Trump cambió las reglas.
Beto O'Rourke, excongresista mexicano y candidato presidencial del Partido Demócrata, da la mano a un niño migrante centroamericano. Foto AFP
Ahora, los migrantes deben inscribirse en una lista de espera para solicitar asilo desde México, y permanecer ahí mientras esperan la resolución de su caso, exponiéndose a la violencia de los cárteles mexicanos, así como a dificultades económicas para solventar su estadía.
'Están esperando semanas, meses, es posible años, para obtener justicia en nuestro sistema en los Estados Unidos. Y es algo que queremos cambiar', dijo O'Rourke a los medios.
Fátima, una salvadoreña de 24 años que tuvo que huir de su país con su esposo y su hijo de 4 años tras ser amenazados por un grupo criminal, explicó al político estadounidense su tragedia.
'No podemos retroceder. Si regresamos vamos a perder nuestra vida', dijo a la AFP tras su reunión con O'Rourke.
Bajo presión de Washington, México desplegó más de 21,000 miembros de la Guardia Nacional en sus fronteras para frenar a los indocumentados.
En estos días, el número de migrantes que piden asilo a Estados Unidos desde Ciudad Juárez cayó significativamente. En mayo, el registro promedio al día fue de 100 a 130 personas, mientras que en junio el promedio ha sido de 30 a 40, según cifras oficiales.
El político de Texas de 46 años, cuya propuesta muestra una inclinación a la izquierda en temas como inmigración, clima o salud, se entrevistó con cuatro familias centroamericanas en el albergue Casa del Migrante ubicado en la fronteriza Ciudad Juárez, donde actualmente se albergan 305 migrantes.
'Yo quiero que la gente que llega aquí a la frontera pueda seguir nuestras leyes de asilo en los Estados Unidos, que no necesiten quedarse aquí en Ciudad Juárez o en la Casa del Migrante porque es peligroso', dijo en español el exmiembro de la Cámara de Representantes, que según encuestas se halla en cuarto lugar de las preferencias de los electores demócratas.
Anteriormente, los migrantes que lograban cruzar clandestinamente la frontera de Estados Unidos podían pedir asilo y esperar la respuesta estando en libertad en territorio estadounidense. Pero la espera para su cita con un juez migratorio que resolviera su caso podía tomar meses, por lo que muchos indocumentados se perdían en Estados Unidos sin presentarse a su cita.
A raíz de la ola de miles de migrantes -principalmente familias de Guatemala, Honduras y El Salvador que huyen de la pobreza y violencia en sus países- que llegaron en caravanas a través de México para pedir asilo en Estados Unidos, el presidente Donald Trump cambió las reglas.
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Ahora, los migrantes deben inscribirse en una lista de espera para solicitar asilo desde México, y permanecer ahí mientras esperan la resolución de su caso, exponiéndose a la violencia de los cárteles mexicanos, así como a dificultades económicas para solventar su estadía.
'Están esperando semanas, meses, es posible años, para obtener justicia en nuestro sistema en los Estados Unidos. Y es algo que queremos cambiar', dijo O'Rourke a los medios.
Fátima, una salvadoreña de 24 años que tuvo que huir de su país con su esposo y su hijo de 4 años tras ser amenazados por un grupo criminal, explicó al político estadounidense su tragedia.
'No podemos retroceder. Si regresamos vamos a perder nuestra vida', dijo a la AFP tras su reunión con O'Rourke.
Bajo presión de Washington, México desplegó más de 21,000 miembros de la Guardia Nacional en sus fronteras para frenar a los indocumentados.
En estos días, el número de migrantes que piden asilo a Estados Unidos desde Ciudad Juárez cayó significativamente. En mayo, el registro promedio al día fue de 100 a 130 personas, mientras que en junio el promedio ha sido de 30 a 40, según cifras oficiales.
