La primera dama de México, Angélica Rivera, vuelve a estar en el ojo del huracán tras que el diario británico The Guardian revelara que usa una lujosa propiedad en Florida, comprada por una compañía que aspira a competir en lucrativos contratos gubernamentales.
Según la investigación del medio, Rivera vive en un apartamento valorado en 2.5 millones de dólares y está ubicado en Key Biscayne, al sur de Miami, con el aparente consentimiento de Grupo Pierdant, el cual es un contendiente para operar puertos de México.
La publicación señala que la compañía también pagó por el impuesto de un apartamento adicional en Key Biscayne comprado por un negocio creado por la primera dama.
A la vez, The Guardian recuerda el polémico caso de la Casa Blanca, una investigación realizada por el equipo de la periodista Carmen Aristegui que puso al descubierto que Rivera compró una mansión de siete millones de dólares en México a otro contratista del gobierno.
'La investigación de The Guardian en las propiedades de Florida revela una poca ortodoxa relación entre la primera dama y Grupo Pierdant, centrada en la Ocean Tower One, una comunidad cerrada con piscina y canchas de tenis', dice un fragmento del reportaje.
El diario británico descubrió que Rivera, siendo estrella de telenovela, compró un apartamento de tres habitaciones en el número 304 de ese complejo en el 2005.
El caso se vuelve más sospechoso cuando en el 2009 el empresario Pierdan compró el apartamento 404 en la Ocean Tower a través de la compañía Biscayne Ocean Holdings, aparentemente creado con ese sin.
Desde entonces, parece que se ha dejado a la primera dama mexicana utilizar esta unidad como una parte adicional a su propiedad y que, en efecto, les permite ser manejados como uno solo.
Las propiedades 304 y 404 comparten la misma línea telefónica, según el diario. En ese sentido, indicaron que al llamar a la casa una señora identificada como María que contesta en español dijo que los paquetes para Rivera podían ser enviados a cualquiera de las dos propiedades porque “eran la misma”.
Al momento de ser contactaos por el medio, Pierdant colgó el teléfono sin ninguna explicación y en las oficinas de la pareja presidencial aseguraron que nadie podía dar declaraciones al respecto porque el tema las patrimonios de Rivera eran una cuestión de seguridad nacional.
El pasado mes de julio, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto reconoció que dio una mala imagen y cometió un 'error' en el escándalo de la 'Casa Blanca'.
'En esto, reconozco que cometí un error', dijo el mandatario admitiendo que, aunque siempre actuó 'conforme a derecho', ese 'error' de imagen afectó a su familia, lastimó la investidura presidencial y dañó la confianza de los mexicanos en su gobierno, que atraviesa una popularidad bajo mínimos del 30%.'En carne propia sentí la irritación de los mexicanos. La entiendo perfectamente. Por esto, con toda humildad, les pido perdón. Les reitero mi sincera y profunda disculpa por el agravio y la indignación que les causé', manifestó Peña Nieto, cuya esposa anunció que vendería la casa presionada por la presión popular.