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Estados Unidos advierte que violadores de Derechos Humanos deberán rendir cuentas 

Estados Unidos apoya 'negociaciones pacíficas' para resolver la crisis, a pesar de la suspensión del diálogo liderado por la Iglesia Católica

31.05.2018

Washington, Estados Unidos
Estados Unidos condenó el jueves la 'violenta respuesta' del gobierno de Nicaragua a marchas opositoras la víspera, que elevó a cerca de un centenar los fallecidos en seis semanas de protestas, y advirtió que los violadores de derechos humanos deberán rendir cuentas a nivel internacional.

'La comunidad internacional y los ciudadanos de Nicaragua han urgido reiteradamente al gobierno nicaragüense a que ordene a su policía y sus matones que detengan la violencia, respeten los derechos humanos y creen las condiciones para un futuro pacífico', indicó la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.

'Los violadores de los derechos humanos serán responsabilizados por la comunidad internacional en foros internacionales', agregó en un comunicado.

Nauert dijo que en las marchas celebradas el miércoles en Managua y otras ciudades del país se registraron agresiones contra madres que lloraban la muerte de sus hijos desde que comenzaron las movilizaciones antigubernamentales el 18 de abril. Añadió que hubo golpizas a periodistas y ataques contra medios locales.

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La portavoz del Departamento de Estado dijo que el gobierno de Donald Trump insta a una 'investigación inmediata' del grupo de expertos independientes, cuya creación fue anunciada el miércoles por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la secretaria general de OEA, en acuerdo con el gobierno nicaragüense.

También dijo que Estados Unidos apoya 'negociaciones pacíficas' para resolver la crisis, a pesar de la suspensión del diálogo liderado por la Iglesia Católica.

Tras la trágica jornada del miércoles, que dejó 15 muertos según la policía, la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) anunció que no reanudará el diálogo en busca de una salida a la crisis que atraviesa el país mientras 'el pueblo siga siendo reprimido y asesinado'.

Las protestas en Nicaragua se iniciaron contra una reforma al seguro social propuesta por Ortega, pero desencadenaron en masivas movilizaciones de repudio al gobierno tras ser sofocadas con violencia por la policía y grupos armados que la apoyan.