Washington, Estados Unidos
El gobierno estadounidense amenazó este miércoles con imponer más sanciones a Norcorea en respuesta al lanzamiento de un misil balístico intercontinental que según expertos podría alcanzar a Washington y a toda la costa este.
El presidente Donald Trump tuiteó que habló por teléfono con el presidente chino Xi Jinping sobre las “acciones provocadoras” de Pyongyang y que 'se impondrán hoy mismo más sanciones contra Norcorea. ¡Enfrentaremos esta situación!”.
El secretario de Estado Rex Tillerson dijo que Estados Unidos podría sancionar a instituciones financieras que realicen transacciones con el gobierno norcoreano.
El Consejo de Seguridad de Naciones se reunirá de emergencia el miércoles por la tarde para analizar la crisis.
Las medidas surgen en respuesta a la declaración del gobierno norcoreano de que había lanzado un misil “mucho más poderoso” con capacidad nuclear, llamado el Hwasong-15. Otros gobiernos y expertos independientes coincidieron en que a todas luces los norcoreanos habían mejorado significativamente su capacidad balística.
Muchos expertos ya antes preveían que Pyongyang reanudaría sus pruebas a fin de lograr su meta de contar un arsenal de misiles nucleares capaces de llegar al territorio continental estadounidense. Pero la potencia del cohete y el carácter sorpresivo de la prueba causó desasosiego en la península coreana y en Washington. El lanzamiento _a las 3:17 a.m. del miércoles hora local y a media tarde del martes en la capital estadounidense_ refleja las ansias de causar impacto y de atraer la atención en Estados Unidos.
En un comunicado oficial reproducido por la prensa estatal, Norcorea dice que el Hwasong-15 es “el más poderoso misil balístico intercontinental” que es capaz de ser equipado con una “ojiva nuclear súper grande” y de alcanzar a “todo el territorio continental” de Estados Unidos. Aseguró que el misil alcanzó una altura de 4.475 kilómetros (2.780 millas) y una trayectoria de 950 kilómetros (590 millas) antes de hacer impacto en el blanco designado, en alta mar. Las cifras coinciden con los cálculos de los militares surcoreanos.
Tras el lanzamiento, el gobierno dijo que el líder Kim Jong Un 'ha declarado con orgullo” que el país “se ha convertido en una potencia misilística”. La televisora estatal mostró una foto de la orden firmada por Kim con las palabras: 'Lanzamiento aprobado, a tener lugar al amanecer del 29 de noviembre. ¡Disparen con valentía, por su partido y por su patria!”.
El lanzamiento es un claro mensaje de desafío hacia la administración Trump, que la semana anterior volvió a colocar a Norcorea en la lista de países patrocinadores del terrorismo. Además estropea las incipientes gestiones diplomáticas, despierta temores de guerra o de un ataque preventivo estadounidense y deja en la incógnita la seguridad para las Olimpiadas de Invierno que deberán tener lugar a inicios del año entrante en Corea del Sur.
Corea del Sur respondió inmediatamente lanzando tres misiles de prueba. El presidente surcoreano Moon Jae-in expresó su temor de que Estados Unidos ataque a Norcorea antes de que pueda elaborar un misil de largo alcance con una ojiva nuclear.
El gobierno estadounidense amenazó este miércoles con imponer más sanciones a Norcorea en respuesta al lanzamiento de un misil balístico intercontinental que según expertos podría alcanzar a Washington y a toda la costa este.
El presidente Donald Trump tuiteó que habló por teléfono con el presidente chino Xi Jinping sobre las “acciones provocadoras” de Pyongyang y que 'se impondrán hoy mismo más sanciones contra Norcorea. ¡Enfrentaremos esta situación!”.
El secretario de Estado Rex Tillerson dijo que Estados Unidos podría sancionar a instituciones financieras que realicen transacciones con el gobierno norcoreano.
El Consejo de Seguridad de Naciones se reunirá de emergencia el miércoles por la tarde para analizar la crisis.
Las medidas surgen en respuesta a la declaración del gobierno norcoreano de que había lanzado un misil “mucho más poderoso” con capacidad nuclear, llamado el Hwasong-15. Otros gobiernos y expertos independientes coincidieron en que a todas luces los norcoreanos habían mejorado significativamente su capacidad balística.
Muchos expertos ya antes preveían que Pyongyang reanudaría sus pruebas a fin de lograr su meta de contar un arsenal de misiles nucleares capaces de llegar al territorio continental estadounidense. Pero la potencia del cohete y el carácter sorpresivo de la prueba causó desasosiego en la península coreana y en Washington. El lanzamiento _a las 3:17 a.m. del miércoles hora local y a media tarde del martes en la capital estadounidense_ refleja las ansias de causar impacto y de atraer la atención en Estados Unidos.
En un comunicado oficial reproducido por la prensa estatal, Norcorea dice que el Hwasong-15 es “el más poderoso misil balístico intercontinental” que es capaz de ser equipado con una “ojiva nuclear súper grande” y de alcanzar a “todo el territorio continental” de Estados Unidos. Aseguró que el misil alcanzó una altura de 4.475 kilómetros (2.780 millas) y una trayectoria de 950 kilómetros (590 millas) antes de hacer impacto en el blanco designado, en alta mar. Las cifras coinciden con los cálculos de los militares surcoreanos.
Tras el lanzamiento, el gobierno dijo que el líder Kim Jong Un 'ha declarado con orgullo” que el país “se ha convertido en una potencia misilística”. La televisora estatal mostró una foto de la orden firmada por Kim con las palabras: 'Lanzamiento aprobado, a tener lugar al amanecer del 29 de noviembre. ¡Disparen con valentía, por su partido y por su patria!”.
El lanzamiento es un claro mensaje de desafío hacia la administración Trump, que la semana anterior volvió a colocar a Norcorea en la lista de países patrocinadores del terrorismo. Además estropea las incipientes gestiones diplomáticas, despierta temores de guerra o de un ataque preventivo estadounidense y deja en la incógnita la seguridad para las Olimpiadas de Invierno que deberán tener lugar a inicios del año entrante en Corea del Sur.
Corea del Sur respondió inmediatamente lanzando tres misiles de prueba. El presidente surcoreano Moon Jae-in expresó su temor de que Estados Unidos ataque a Norcorea antes de que pueda elaborar un misil de largo alcance con una ojiva nuclear.
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