La joven Marisol Rubí Frayre Escobedo fue violentamente asesinada en Ciudad Juárez, Chihuahua, por su pareja Sergio Rafael Berraza. Las autoridades nunca lograron esclarecer el asesinato, hasta que la madre, Marisela, hizo la labor de la policía al ponerse a investigar y localizar al feminicida de su hija en el estado de Zacatecas.
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El hombre finalmente confesó el crimen y hasta mostró el lugar en el que había quemado el cuerpo de Rubí, sin embargo las autoridades lo absolvieron.
Fue entonces cuando Marisol Escobedo se convirtió en la cara de la injusticia por parte del Estado; activista, investigadora y la voz de todas las que pasaron por lo mismo. Y de las que hoy en día lo siguen pasando.
Escobedo siguió exigiendo que se hiciera justicia con el asesino de su hija. Pero no alcanzó a verlo hecho realidad ya que el 16 de diciembre de 2010, mientras se encontraba en una manifestación frente al palacio de gobierno de Chihuahua, le dieron un balazo en la cabeza.
Historia será llevada a la televisión
Netflix llevó este caso a su plataforma en un documental dirigido por Carlos Pérez-Osorio y Laura Woldenberg como productora ejecutiva. “Las tres muertes de Marisela Escobedo”, es el título de la producción.En la producción se busca contar 'la historia de una mujer admirable, que estaba dispuesta a todo para buscar justicia”.
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El documental recrea, mediante entrevistas con hijos de Marisela, su hermana, activistas que trabajaron con ella y autoridades de ese entonces, la violencia que en esa época se comenzaba a vivir. Además, la producción está respaldada por sólida investigación periodística de la reportera Karla Casillas.
“Se leyeron miles de hojas de expedientes, diarios personales de la familia. Queríamos que el espectador pudiera ponerse en los zapatos de Marisela. Ella fue muy vocal, dejo muchas entrevistas, entendía qué era estar con medios, nos dejó un mapa para contar la historia completa”, explicó.
No se trata de revictimizarla, sino de lanzar un mensaje más allá de lo desolador de la historia era uno de los objetivos, dice el director.
Pero la historia de Marisela, pese a que ocurrió hace una década, evoca a la que actualmente viven las madres rastreadoras que buscan a sus familiares desaparecidos o las que se plantan ante las instituciones para reclamar justicia por sus familiares como algunos de los recientes sonados casos de violencia contra mujeres en México.