La agencia policial de la Unión Europea advirtió el viernes sobre los riesgos de fraudes del crimen organizado con las vacunas para el Covid-19, incluyendo la posibilidad de que los delincuentes intenten vender versiones falsas peligrosas o se roben embarques de inoculaciones auténticas.
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En una notificación temprana de advertencia, la Europol dijo que pandillas criminales han reaccionado ya a las oportunidades que les presenta la pandemia de coronavirus.
Una vez que una vacuna legítima entra al mercado, se prevé que versiones falsificadas de la marca específica de la vacuna circulen rápidamente, indicó la agencia, y mencionó una vacuna falsa que la Organización Mundial de Salud descubrió en México en octubre.
Similar a la vacuna falsa contra la influenza encontrada en México, las vacunas falsas contra el COVID-19 pudieran representar una amenaza significativa para la salud pública si son ineficaces en el mejor de los casos, o tóxicas en el peor, dada su producción en laboratorios clandestinos sin estándares de higiene, señaló la Europol. Las vacunas falsas pudieran incluso tener un impacto mucho mayor si surgen nuevos brotes en comunidades que se asume están vacunadas.
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En la advertencia se exhortó a que los 27 miembros de la Unión Europea y otros países ejerzan una mayor vigilancia ante la posible participación de criminales en el proceso de desarrollo y distribución de vacunas.
La Europol dijo que el arribo previsto de una vacuna genuina para el Covid-19 ya ha inspirado actividades deactivates y probablemente se exacerbará una vez que las vacunas estén disponibles.
Gran Bretaña le dio su aprobación de emergencia el miércoles a una vacuna producida por Pfizer y BioNTech, convirtiéndose en el primer país de Occidente en autorizar una vacuna contra el coronavirus.
La Europol, con sede en La Haya, dijo que estaba al tanto que criminales han colocado anuncios en la dark web usando marcas de compañías farmacéuticas genuinas que ya están en las fases finales de pruebas.
La agencia policial señaló también que las redes criminales pudieran insertarse en la cadena de suministro de vacunas, ya sea rellenando ilegalmente ampolletas vacías si no son desechadas correctamente o robándose vehículos en los que sean transportadas.
