El expresidente boliviano aterrizó en el hangar Sexto Grupo Aéreo Internacional a bordo de un avión de la Fuerza Aérea Mexicana que partió anoche (el lunes) de Bolivia.
El canciller de México, Marcelo Ebrard, fue el encargado de recibirlo con un abrazo de bienvenida, luego se trasladaron a ofrecer una comparecencia ante los medios de comunicación. 'Aquí gozará de libertad e integridad a su vida. Bienvenido y un saludo del presidente López Obrador', fueron las palabras del diplomático azteca.
Tras escuchar las palabras de bienvenida, Evo destacó que sigue la lucha.
VEA: Así quedó la casa de Evo Morales tras allanamiento
'Gracias a México, a sus autoridades, pero también quiero decirles que mientras tenga la vida seguimos en política, mientras esté en el tren de la vida sigue la lucha, y estamos seguros que los pueblos tienen todo el derecho de liberarse', dijo en una primera declaración en el hangar del Ejército mexicano.
Además, agregó: 'Quiero decirles hermanas y hermanos que mientras tenga la vida seguimos en política y sigue la lucha. Estamos seguros que los pueblos del mundo tienen todo el derecho de liberarse'.
Complicada ruta
Se esperaba que Evo Morales llegara a México entre las 2:00 y las 4:00 de la madrugada; sin embargo, debido a varios permisos denegados para utilizar el espacio aéreo de algunos países, el vuelo se retrasó alrededor de ocho horas.Más de 20 personalidades políticas de Bolivia se han refugiado en la embajada de México en La Paz en medio de la actual crisis, pero las autoridades mexicanas no han revelado sus identidades.
ADEMÁS: Así fue la segunda semana de protesta contra Evo Morales
Renuncia obligada
El exmandatario de 60 años renunció el domingo, horas después de convocar a nuevas elecciones ante las 'graves' irregularidades denunciadas por los observadores de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en los comicios del 20 de octubre.Tras su renuncia, la policía detuvo 33 magistrados electorales por orden de la Fiscalía, que investiga irregularidades en los comicios.
Pero en una carta enviada al Congreso el lunes, dijo que la suya fue una 'renuncia obligada (...) producto de un golpe de Estado político, cívico y policial'.
Dimitió presionado por los militares, la policía y la oposición, que le exigieron dejar el puesto que ocupaba desde 2006 y en el que se reeligió tras sucesivas reformas constitucionales y pese a un referéndum adverso.
En Bolivia, en ausencia del presidente la Constitución establece que la sucesión recae primero en el vicepresidente, luego en el titular del Senado y después en el jefe de la Cámara de Diputados, pero todos ellos renunciaron también.