Paul Manafort, el exdirector de campaña del presidente Donald Trumpse declaró inocente de las acusaciones de conspiración y lavado de dinero tras revelarse las primeras acusaciones en el marco de la pesquisa sobre la interferencia de Rusia en la carrera presidencial estadounidense de 2016.
Manafort, de 68 años, y su socio Rick Gates, de 45, ambos se declararon no culpables ante un tribunal de Washington, luego de ser acusados de ocultar millones de dólares recibidos por trabajar para el político ucraniano Viktor Yanukovych y su partido pro-ruso.
Este lunes, Mueller inculpó a Manafort de 12 cargos, incluyendo 'conspiración contra Estados Unidos', lavado de dinero proveniente de Ucrania y falso testimonio ante agentes del FBI.
A partir de 2014, después que Yanukóvich se asiló en Rusia, Manafort perdió un cliente importante, y por ello decidió volver a actuar en la política interna estadounidense, impulsado por un viejo asociado, el controvertido Roger Stone, quien luego lo convenció a sumarse a la campaña de Trump.
- Llamado para evitar una sorpresa
En junio de 2016, Trump había literalmente pulverizado a sus adversarios dentro del partido Republicano y se encaminaba a una espectacular victoria en la elección interna para decidir el candidato presidencial.
Sin embargo, el comité de campaña de Trump percibió la posibilidad de una alianza de última hora entre sus adversarios en la Convención Nacional del partido, y decidió reorganizar su equipo para evitar una sorpresa.
Por ello, desalojó de la conducción de la campaña a Corey Lewandowski (un expolicía sin ninguna experiencia política) y nombró a Manafort, con la tarea de garantizar que la votación en la interna del partido Republicano sellara la candidatura de Trump.
No obstante, los lazos con Ucrania (y los pagos millonarios) se tornaron públicos y en agosto Manafort fue literalmente forzado a dar un paso al costado.
El veterano estratega conservador renunció el 19 de agosto y recibió a modo de despedida un elogio del entonces candidato presidencial: 'Paul es un verdadero profesional y le deseo un gran éxito'.
Sin embargo, en marzo de este año, cuando las investigaciones de Mueller comenzaron a concentrarse en Manafort, la Casa Blanca comenzó a marcar distancia del 'verdadero profesional'.
'Jugó un papel muy limitado en un tiempo muy limitado', dijo en ese momento el entonces vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer.
La inculpación contra Manafort conocida el lunes no se refiere a actividades ilegales del comité de Trump, sino a delitos cometidos por Manafort aún cuando era el máximo responsable por la campaña electoral.