WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- El principal sospechoso del misterioso caso de las pastillas de Tylenol adulteradas con cianuro que dejó siete muertos en Estados Unidos en 1982 e hizo que se cambiaran los envases de los fármacos falleció el domingo a los 76 años, anunció la policía.
Este caso sin resolver hizo cundir el pánico entre los estadounidenses y llevó a las empresas farmacéuticas a poner precintos en los envases de los medicamentos que se venden sin receta.
James Lewis fue encontrado inconsciente en su casa el domingo y declarado muerto poco después, informó la policía en un comunicado hecho público el lunes a última hora del día.
“Después de una investigación, se determinó que la muerte de Lewis no era sospechosa”, informó la policía.
Aunque nadie fue acusado de los asesinatos de Chicago, Lewis fue condenado a 12 años de cárcel por extorsión, tras haber enviado una carta al fabricante Johnson & Johnson exigiendo un millón de dólares para “detener la matanza”.
Salió de prisión en 1995 y siempre ha negado estar detrás de los asesinatos.
Las pastillas de Tylenol para el dolor de cabeza y la fiebre, de uso muy extendido, se mezclaron con cianuro y se volvieron a introducir en envases que se vendieron en farmacias del área de Chicago.
Siete personas, entre ellas un niño y tres miembros de una familia, murieron tras ingerir una sola pastilla cada uno.
Los asesinatos conmocionaron a Estados Unidos y las tiendas de todo el país retiraron rápidamente el Tylenol de sus estanterías.
La investigación, en la que participaron más de 100 agentes, dio lugar a un informe de 20.000 páginas, a pesar de que no había escena del crimen ni móvil.
Desde entonces, todos los medicamentos se envasan en recipientes herméticamente cerrados, con advertencias que desaconsejan utilizar aquellos que hayan sido manipulados.
En 2009, el FBI y la policía reabrieron la investigación a la luz de los “avances recientes en tecnología forense”.