El expresidente de la Conmebol Eugenio Figueredo fue procesado el jueves por los delitos de estafa y lavado de dinero y enviado a prisión, confirmó a The Associated Press el fiscal de crimen organizado que lleva el caso, Juan Gómez.
En la audiencia judicial Figueredo admitió haber recibido millonarios sobornos de las empresas que usufructuaban los derechos televisivos de la Conmebol.
'Desde hace muchos años admite estar recibiendo un mes sí y otro también sumas importantes que obviamente luego introdujo en el mercado acá el Uruguay y por eso se configura el delito de lavado de activos', dijo Gómez al abandonar el juzgado. 'Estamos hablando de cifras millonarias, no es el momento de cuantificarlas, pero hablo de varios millones de dólares'.
El fiscal dijo que Figueredo admitió plenamente su responsabilidad en los delitos de los que es acusado: 'Su testimonio fue muy clarificador, y muy valiente diría yo, al reconocer con amplitud los hechos en que participó'.
Gómez se congratuló, además, de la actuación de la jueza Adriana de los Santos y del resultado de la jornada judicial que insumió casi seis horas.
'El sistema judicial uruguayo se siente complacido de responder a la confianza que la justicia de Suiza tuvo al disponer la extradición del señor Figueredo al Uruguay', manifestó. 'Fue una jornada agotadora, felizmente culminada con éxito para el sistema judicial uruguayo. Esto es una cuestión de mucha responsabilidad, y podemos decir a la gente común que se investigó, se empezó a hacer justicia y aventamos los comentarios que yo no entendía en estos últimos días de que prácticamente el señor Figueredo venía a pasar la Navidad en el Uruguay'.
Gómez señaló que no siente placer en pedir el procesamiento con prisión de ninguna persona 'pero en este caso correspondía por la gravedad de los hechos'.
El procesamiento con prisión fue dictado por la jueza Adriana de los Santos, quien además no dio lugar por el momento a un pedido de la defensa de Figueredo de que se le permitiera un régimen de prisión domiciliaria.
Figueredo había llegado por la mañana a Uruguay procedente de Suiza y fue de inmediato conducido a un juzgado de crimen organizado para responder por una denuncia de corrupción en el fútbol.
El acusado ingresó al juzgado sin hacer declaraciones. Su abogada, Karen Pintos, dijo a la prensa que Figueredo 'viene en un estado de salud delicado, y no hay que olvidar su edad, 83 años, y que llega tras un viaje de muchas horas'.
La abogada había dicho que, en caso de que su cliente fuese enviado a prisión, pediría que se le otorgue el beneficio de la reclusión domiciliaria en virtud de su avanzada edad y sus supuestos problemas de salud.
Figueredo llegó a Uruguay luego de que la justicia de Suiza aceptara un pedido de extradición de Uruguay y le diera prioridad respecto a un reclamo similar de Estados Unidos.
El caso en Uruguay comenzó con una denuncia penal que presentaron clubes y el sindicato de jugadores profesionales, que acusaron a la Conmebol de haber desestimado ofertas de empresas que pagarían más por la transmisión de los torneos continentales Copa Libertadores y Copa Sudamericana.
Fabián Pumar, secretario general del sindicato de futbolistas, dijo a la AP en 2014 que 'entre 2011 y 2013 los jugadores uruguayos que actuaron en torneos continentales dejaron de ganar más de cuatro millones de dólares por las decisiones arbitrarias de Conmebol'.
El Departamento de Justicia estadounidense acusó a Figueredo de crimen organizado, fraude electrónico y lavado de dinero por su participación en la trama de sobornos a cambio de los derechos comerciales de torneos, incluyendo la Copa América. Esos delitos conllevan una pena máxima de 20 años de cárcel. También lo acusó de mentir al 'declarar que sufría de demencia severa' para evitar tener que someterse a pruebas de civismo y de inglés cuando recibió la ciudadanía estadounidense en 2006.