Las fuerzas sirias dispararon el martes proyectiles de mortero contra una aldea agrícola en el norte del país, matando por lo menos a siete personas, muchas de ellas de la misma familia, según los activistas.
En un video colgado en la internet, un hombre con barba entra en la clínica y grita, '¡Fílmenme! ¡Fílmenme!'
Contando con sus dedos dijo que el ataque mató a su madre, hermana, dos de sus hermanos y un sobrino.
'¡Ese es mi hijo!', indicó, señalando a un muchacho herido con sus piernas, brazos y espalda vendadas. '¡Ese es mi hermano y ese es mi sobrino!', agregó, señalando un cadáver que yacía en el suelo en medio de un charco de sangre y otro en una camilla.
La nueva ola de violencia en la aldea de Mishmishan demuestra la precariedad de la tregua patrocinada por la ONU que debería haber comenzado el 12 de abril pero que nunca fue respetada. La tregua forma parte de un plan de paz mediado por el enviado internacional Kofi Annan para permitir el diálogo entre todas las partes involucradas en el conflicto.
La ONU dijo que más de 9.000 personas han sido muertas desde que comenzó en marzo del 2011 el levantamiento popular contra el presidente Bashar Assad, respondido con una brutal represión por parte de las fuerzas gubernamentales.
El cañoneo de Mishmishan, una zona agrícola cerca de la frontera con Turquía, ilustra los enormes desafíos que encaran los 16 monitores de la ONU que vigilan el cumplimiento de la tregua.
Un video de un funeral en Mishmishan colgado en la internet mostró a centenares de personas desfilando en la aldea para rezar ante los cadáveres, depositados en la cama de tres camionetas pickup blancas. El video indicó que los muertos fueron siete.
Rami Abdul-Rahman, director del Observatorio Sirio para los derechos Humanos, con sede en Londres, dijo que 10 personas fueron muertas en el ataque, siete de ellas al caer un proyectil de mortero en su casa. Los otros tres murieron en la misma aldea, agregó.
Los relatos de los activistas y los videos no pudieron ser confirmados independientemente. El gobierno sirio raramente formula comentarios sobre acontecimientos específicos del país y prohibe a casi todos los medios informativos diseminar información independiente — pese haber acordado hacerlo cuando aceptó el plan de Annan.
