Las cajas con los restos arribaron procedentes de México, que corrió con los gastos del traslado. El Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala se hará cargo de los traslados hasta las comunidades y el gobierno declaró tres días de duelo.
Los cuerpos de los migrantes llegaron en un avión de carga con matrícula XA-MCS blanco y negro y fueron bajados uno por uno en féretros de distintos colores cubiertos por la bandera de Guatemala.
Las familias, con coronas de flores y fotografías de sus familiares fallecidos en la mano, recibieron uno por uno los ataúdes que tras un acto protocolar en el que el presidente Alejandro Giammattei dará sus condolencias, viajarán a sus comunidades para recibir homenajes e iniciar los velatorios.
Evaristo Agustín, cuñado de Marvin Alberto Tomas, de 23 años, dijo a The Associated Press que ver llegar el cuerpo de su cuñado era muy doloroso. “Era un buen muchacho”, comentó mientras rompía en llanto al ver el féretro de su cuñado.
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El presidente, diputados y funcionarios llegaron a rendir homenaje a los migrantes que huyeron de Guatemala por la pobreza y que iban al norte en busca de una mejor situación económica.
El 22 de enero las autoridades mexicanas documentaron el hallazgo de 19 cadáveres quemados dentro de una camioneta calcinada en la comunidad de Camargo, Tamaulipas, al otro lado del río Bravo frente a Texas, una zona marcada durante años por las sangrientas guerras territoriales entre los restos del Cártel del Golfo y el antiguo Cártel de Los Zetas.
Las primeras en dar aviso de que se trataba de migrantes guatemaltecos fueron las familias, oriundas del departamento guatemalteco de San Marcos, fronterizo con México, que alertaron que entre los fallecidos podrían estar sus parientes pues habían perdido comunicación con ellos alrededor del 21 de enero y creían que se encontraban por la zona donde fueron hallados los cuerpos.
Según versiones, uno de los coyotes que transportaba al grupo informó a las familias de las muertes y éstas, al no tener noticias de ellos, dieron alerta a las autoridades.
La fiscalía de Tamaulipas identificó los cuerpos a través de muestras de ADN entregadas por las familias de los 16 guatemaltecos. En el lugar también fueron hallados muertos dos mexicanos y una tercera persona que aún no ha sido identificada. También se localizó otro vehículo quemado y con placas del vecino estado de Nuevo León.
El presidente guatemalteco Alejandro Giammattei ha confirmado que hay cinco sobrevivientes que estarían siendo protegidos en Estados Unidos.
En México 12 agentes enfrentan cargos de homicidio, abuso de autoridad y falso testimonio. También el Instituto Nacional de Migración anunció el cese de ocho de sus agentes por irregularidades aparentemente vinculadas con el caso.
La matanza recuerda la masacre de 72 migrantes en 2010 cerca de la localidad de San Fernando, también en Tamaulipas. Aquellas muertes fueron perpetradas por un cártel del narcotráfico.