Dos periodistas mexicanos desaparecidos el miércoles fueron hallados muertos este jueves en Veracruz, en una semana funesta para la prensa en ese estado del este de México azotado por la guerra del narcotráfico, donde otra periodista fue asesinada el sábado.
Los militares encontraron en el municipio de Boca del Río, parte del área metropolitana de Veracruz, las 'bolsas con los restos de cuatro personas, identificándose hasta el momento a dos de ellas como Guillermo Luna Varela y Gabriel Huge', los periodistas desaparecidos, dijo el gobierno de Veracruz en un comunicado. Las otras dos personas no fueron identificados.
Los cadáveres aparecieron desmembrados y con huellas de tortura, añadió el boletín difundido este jueves, justo en momentos en que se celebra el Día Internacional de la Libertad de Prensa.
El hallazgo ocurrió sólo cinco días después de que Regina Martínez, corresponsal de la revista Proceso en Veracruz que investigaba los nexos de narcotraficantes y la corrupción de funcionarios locales, fue encontrada asesinada en su casa de Xalapa, capital estatal.
Familiares de Luna y Huge, quienes hacían la cobertura policiaca para la agencia Veracruznews, denunciaron su desaparición luego que el miércoles por la tarde no respondieron sus teléfonos móviles ni sus radios de comunicación, como estaba previsto que hicieran regularmente por seguridad.
El estado de Veracruz, ubicado sobre el Golfo de México, vive una escalada de violencia desde principios de 2011, cuando la feroz confrontación entre el cártel de los Zetas y grupos vinculados a la llamada Federación del Pácífico, liderada por el capo Joaquín 'Chapo' Guzmán, se trasladó del vecino estado de Tamaulipas (noreste).
Cientos de militares fueron destacados desde octubre pasado en Veracruz para conformar un operativo conjunto con las policías locales y estatales a fin de hacer frente a la creciente violencia, con la aparición en septiembre pasado de más de 90 cuerpos apilados en camionetas en avenidas y casas de Boca del Río.
El martes, las autoridades hallaron un mensaje amenazador contra la prensa en Michoacán, un estado sobre la costa del Pacífico al otro extremo de México, que atribuyeron al cartel de Los Zetas.
En el último año al menos siete periodistas han sido asesinados en Veracruz, uno de los estados más poblados del país con casi ochos millones de habitantes. En todo México suman 77 los periodistas asesinados desde 2000 según la estatal Comisión de Derechos Humanos.
Los dos periodistas asesinados habían trabajado juntos en el pasado en el diario Notiver, uno de los más golpeados por los asesinatos de periodistas.
Huge, que además de fotógrafo era también colaborador de una emisora de radio local, trabajó en Notiver de la mano de Miguel Ángel López, reportero de noticias policiales quien en junio del año pasado fue asesinado junto con su esposa y su hijo, éste último también periodista.
Un mes después del asesinato de López y de su familia, fue ultimada también Yolanda Ordaz de la Cruz, reportera de asuntos policiacos de ese mismo diario.
Los asesinatos de periodistas originaron además que varios reporteros de diferentes medios de Veracruz salieran del estado por temor a ser blancos de acciones de los grupos criminales. Entre ellos estaba Huge, quien tras permanecer unos meses fuera del estado regresó a su trabajo.
Veracruz 'se ha convertido en un estado letal para los periodistas', dijo a la AFP Balbina Flores, representante en México de Reporteros Sin Fronteras, con sede en París y que ha colocado al estado mexicano como uno de los diez lugares más peligrosos del mundo para el trabajo periodístico.
'Estas agresiones no van a dejar de suceder mientras la impunidad ante las agresiones a los defensores de derechos humanos y periodistas sea del 98.5% como es al día de hoy', dijo de su lado Alberto Herrera, director ejecutivo de Amnistía Internacional en México.