Japón apagó este sábado su último reactor nuclear en servicio para iniciar operaciones de mantenimiento que durarán varios meses, dejando al país sin energía nuclear, un año después de la catástrofe de Fukushima.
Según informó un portavoz de la compañía de electricidad Hokkaido Electric Power (Hepco), el reactor Tomari 3, situado en el norte de Japón, que era el único que seguía funcionando de los 50 reactores existentes en el país, se detuvo definitivamente a las 11H03 local (14H03 GMT).
De esta forma, Japón permanecerá varios meses sin energía nuclear, origen de entre el 25% y 30% de la electricidad generada del país, tercera economía mundial.
Coincidiendo con el cese de la producción de energía nuclear, se ha reactivado en Japón el debate sobre la necesidad de este tipo de energía, en medio de crecientes temores a apagones en cuanto llegue el calor con el verano (boreal).
Después del sismo y del tsunami que provocó el 11 de marzo de 2011 un gravísimo accidente en la central nuclear de Fukushima, sumergida bajo una ola de 14 metros de alto, 11 reactores, de los 37 que estaban funcionando en aquel momento en el país, fueron apagados rápidamente.
Con el paso del tiempo, todas las unidades del país se fueron paralizando para operaciones de mantenimiento, obligatorias por razones de seguridad después de 13 meses de actividad ininterrumpida.
Sin embargo, ninguno de ellos fue encendido de nuevo debido a razones de seguridad. En todos ellos hay que realizar pruebas de resistencia, sobre todo frente a catástrofes naturales, y además las autoridades locales deben dar su visto bueno antes de la reactivación.
El gobierno explicó recientemente que podría volver a encender dos reactores del oeste del país, pero subrayó que no haría ningún tipo de presión al respecto, ya que la población muestra grandes reticencias después del accidente de Fukushima, la peor catástrofe nuclear desde la de Chernobil, en Ucrania, en 1986.
Por tanto, no hay aún ninguna agenda prevista sobre el uso futuro de la energía nuclear en Japón, aunque el gobierno desea proponer a la población en los próximos meses un nuevo plan energético general.
Para compensar la ausencia total de energía nuclear, los operadores tendrán que aumentar sus importaciones de petróleo y gas natural para alimentar sus centrales térmicas.
A su vez, los ciudadanos tienen la responsabilidad de reducir su consumo de electricidad para evitar apagones.
Frente al ministerio de Energía se convocó una manifestación contra el uso de la energía nuclear. 'Ha comenzado en Japón una nueva era sin energía nuclear', declaró Gyoshu Otsu, un monje budista de 56 años que participó en la protesta.
'Generar energía nuclear es como un acto criminal en el que aún hay mucha gente sufriendo. Si permitimos una situación como la de hasta ahora, puede ocurrir otro accidente', denunció el monje.
Unas 5,500 personas participaron en otra marcha por el centro de la capital con el lema 'Sayonara (adiós) energía nuclear'.
El ministro encargado de políticas nucleares, Goshi Hosono, admitió ante los periodistas que 'la situación concerniente a la producción de electricidad es seria, pero no podemos sacrificar la seguridad'. 'Queremos enfrentarnos a la realizad con firmeza', agregó.