Shanahan comentó a una subcomisión de asignaciones presupuestarias que necesita determinar cuántos agentes más y otros empleados del Departamento de Seguridad Nacional deberán cumplir con la misión fronteriza.
“Realmente hemos tenido que adoptar esta postura a la carta, en la que se nos pide respaldar al DHS ( Departamento de Seguridad Nacional)”, respondió cuando se le preguntó en cómo afecta el despliegue a la preparación militar. “Estamos ahora en una posición en la que necesitamos preguntar, ¿cuánto tiempo estaremos ahí?”
Señaló que las tropas en activo “realmente necesitan volver a nuestras misiones primarias”.
El funcionario hizo sus comentarios días después de que el Pentágono anunció que enviaría a 320 soldados más a la frontera para desempeñar labores que los ponen en contacto más cercano con los migrantes. Esas labores incluyen conducir autobuses, servir comida y proporcionar asistencia médica y legal.
Los miembros del Congreso expresaron su preocupación por la misión fronteriza, y señalaron que está costando mucho dinero y no parece tener fin.
El representante Pete Visclosky, presidente de la subcomisión, criticó el uso del fondos del Departamento de Defensa para financiar “la construcción de un muro no autorizado” en la frontera.
“Estamos aquí para destinar los fondos necesarios para el ejército, no para cumplir una promesa de campaña”, le dijo Visclosky, un demócrata, a Shanahan.
El Pentágono presentó una solicitud presupuestaria que incluía más de 7.000 millones de dólares en fondos de emergencia para ayudar a financiar la construcción del muro fronterizo que prometió el presidente Donald Trump. El departamento también propuso transferir alrededor de 1.000 millones de dólares de una cuenta para el combate al narcotráfico a pagar la construcción del muro.
La Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes envió una carta en la que rechazaron la solicitud, pero el panel carece de autoridad legal para bloquear el movimiento.
Los legisladores han amenazado con promulgar una ley que impondría restricciones más severas a la capacidad del Departamento de Defensa para reasignar fondos de su presupuesto.
Las tropas de la Guardia Nacional fueron enviadas a la frontera en abril de 2018 para ayudar a brindar seguridad, vigilancia y demás respaldo. En octubre, Trump ordenó que varios miles de elementos en activo se desplegaran en la frontera para ayudar a construir barreras con alambres de púas y dar apoyo a la Patrulla Fronteriza.
Existen límites a lo que las tropas en servicio activo pueden hacer dentro de Estados Unidos. La ley federal prohíbe el uso de miembros del servicio en labores policiales dentro del país, a menos que reciban una autorización específica del Congreso. Como resultado, Shanahan tuvo que aprobar una enmienda a la política actual sobre que las tropas eviten entrar en contacto con los migrantes a fin de cumplir con la solicitud más reciente del DHS y permitirles servir alimentos y brindar transporte.
El Pentágono dijo que las tropas eran necesarias debido a que las estaciones de la Patrulla Fronteriza operan al límite ante la llegada de migrantes.
Actualmente hay alrededor de 2.800 elementos de tropa en servicio activo y unos 2.000 miembros de la Guardia Nacional brindando apoyo al DHS en la frontera.