WASHINGTON, Estados Unidos
El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió este martes al Congreso que apruebe un ambicioso plan de ayuda a El Salvador, Guatemala y Honduras por valor de mil millones de dólares.
En un artículo divulgado por la Casa Blanca, Biden admitió que el costo de la Alianza para la Prosperidad 'es casi tres veces' el valor dedicado a América Central en años recientes, pero que 'empalidece ante el costo de otra generación de violencia, pobreza, desesperación e inmigración'.
En la visión de Biden, los desafíos que los países centroamericanos tienen por delante son 'formidables', pero apuntó que la región 'puede ser la próxima gran historia exitosa en el continente'.
'Esperamos el apoyo del Congreso para que eso sea posible', remató Biden.
El vicepresidente destacó que la Casa Blanca sigue comprometida con su plan de asistencia, y confía en que los líderes de los tres países beneficiados hagan su parte.
'El presidente (Barack Obama) y yo estamos determinados a atender la situación en El Salvador, Guatemala y Honduras y ayudar a esos países en su camino a la prosperidad', señaló.
'Pero estamos igualmente determinados a ver que esos países asuman sus propios compromisos para salir de la historia de siempre e iniciar un esfuerzo nuevo y serio', acotó en su artículo.
El vicepresidente estadounidense pasó recientemente dos días en Guatemala donde se reunió con los presidentes de esos tres países para reformar la decisión de la Casa Blanca de mantener su enorme plan de ayuda.
De acuerdo con Biden, en esas reuniones les dijo a los líderes de esos países: 'mientras ustedes estén en el camino de un cambio significativo y duradero, Estados Unidos estará con ustedes'.
De acuerdo con Biden, la asistencia estadounidense se concentrará en tres áreas: mejoras en materia de seguridad, adopción de buenas prácticas de gobierno y la aplicación de reglas que permitan la protección de inversiones y ataque efectivo a la corrupción.
El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió este martes al Congreso que apruebe un ambicioso plan de ayuda a El Salvador, Guatemala y Honduras por valor de mil millones de dólares.
En un artículo divulgado por la Casa Blanca, Biden admitió que el costo de la Alianza para la Prosperidad 'es casi tres veces' el valor dedicado a América Central en años recientes, pero que 'empalidece ante el costo de otra generación de violencia, pobreza, desesperación e inmigración'.
En la visión de Biden, los desafíos que los países centroamericanos tienen por delante son 'formidables', pero apuntó que la región 'puede ser la próxima gran historia exitosa en el continente'.
'Esperamos el apoyo del Congreso para que eso sea posible', remató Biden.
El vicepresidente destacó que la Casa Blanca sigue comprometida con su plan de asistencia, y confía en que los líderes de los tres países beneficiados hagan su parte.
'El presidente (Barack Obama) y yo estamos determinados a atender la situación en El Salvador, Guatemala y Honduras y ayudar a esos países en su camino a la prosperidad', señaló.
'Pero estamos igualmente determinados a ver que esos países asuman sus propios compromisos para salir de la historia de siempre e iniciar un esfuerzo nuevo y serio', acotó en su artículo.
El vicepresidente estadounidense pasó recientemente dos días en Guatemala donde se reunió con los presidentes de esos tres países para reformar la decisión de la Casa Blanca de mantener su enorme plan de ayuda.
De acuerdo con Biden, en esas reuniones les dijo a los líderes de esos países: 'mientras ustedes estén en el camino de un cambio significativo y duradero, Estados Unidos estará con ustedes'.
De acuerdo con Biden, la asistencia estadounidense se concentrará en tres áreas: mejoras en materia de seguridad, adopción de buenas prácticas de gobierno y la aplicación de reglas que permitan la protección de inversiones y ataque efectivo a la corrupción.